CIUDAD DE MÉXICO.- El gobierno federal trazó una ruta correcta al basar su reforma fiscal de 2022 en combatir la evasión y elusión, problemas estructurales que fueron desatendidos por administraciones anteriores, explicó Iván Benumea, coordinador del Programa de Justicia Fiscal en Fundar, Centro de Análisis e Investigación.
Sin embargo, ante la negativa de subir impuestos, esta estrategia rendirá aún más frutos si hay una revisión seria y profunda de los diferentes regímenes especiales, conocidos como gastos fiscales, señaló el especialista en entrevista con Excélsior.
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Los gastos fiscales son los diferentes beneficios tributarios previstos en leyes y reglamentos y que ocasionan pérdida recaudatoria al fisco. De acuerdo con datos de la Secretaría de Hacienda, este año se prevé una merma recaudatoria por más de 850 mil millones de pesos por causa de los diferentes gastos fiscales.
Iván Benumea consideró que, de no haber una revisión de estos regímenes especiales, el esfuerzo del gobierno se verá limitado por la acción de empresas y personas físicas, quienes seguirán aprovechando los diferentes beneficios y tratamientos fiscales existentes para pagar menos impuestos.
Los grandes contribuyentes pagan menos impuestos por estrategias como crear subsidiarias, planeación fiscal agresiva y un intensivo uso de facturas para poder deducir lo más que se pueda. Y es ahí en donde entran las exenciones fiscales, que se aprovechan para reducir el monto a pagar de muchos impuestos”, añadió Benumea.
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Por esta razón, el especialista se mostró a favor de evaluar el impacto de los distintos regímenes especiales.
A México le hace falta una evaluación profunda de sus gastos fiscales. Éstos se fijan no por criterios técnicos, sino como resultado de negociaciones políticas con grupos de interés en distintos sectores económicos. No sabemos bien cuál es su impacto, si hay beneficios para el país, y si realmente vale la pena continuar con ellos. Lo único que sabemos es que generan sistemáticas pérdidas recaudatorias”, comentó Benumea.
Incidencia distributiva
El experto de Fundar explicó que otro problema de los gastos o exenciones fiscales a empresas, y que también aplica para las personas físicas, es que la mayoría de ellas se concentran en las personas de mayores ingresos.
En el país solemos discutir sobre la conveniencia o no de determinados subsidios o becas hacia grupos poblacionales específicos. Pero nunca discutimos sobre la conveniencia de mantener las millonarias transferencias, vía exenciones, que da el gobierno a los más pudientes, y que superan incluso a muchas de las ayudas sociales directas”, expresó el experto en justicia fiscal de Fundar.
El especialista dijo que sería deseable que alguna institución como el Inegi, Coneval, o la Auditoría Superior de la Federación evalúe el impacto de mantener diferentes exenciones fiscales.
COBRAR EL PREDIAL Y LA TENENCIA
Iván Benumea añadió que a la par de una revisión de los gastos fiscales, los gobiernos deben tomarse en serio el cobro de impuestos existentes, pero que están desaprovechados, como el impuesto predial y la tenencia vehicular, con el fin de fortalecer la recaudación sin necesidad de cambiar el marco legal vigente.
Expresó que, si bien estos impuestos son responsabilidad de los gobiernos locales, es necesario que se cobren para hacer más sustentables las finanzas subnacionales y que estén listas ante choques que puedan haber de las transferencias federales.
Dijo que, al ser impuestos al patrimonio, lo pagan más quienes más tienen, además de que son altamente recaudatorios y ayudan a combatir externalidades negativas como la contaminación.
Por: Paulo Cantillo
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