Dejó su carrera musical para triunfar como panadero

CIUDAD DE MÉXICO.- El pueblo de San Juan Tlihuaca, en la delegación Azcapotzalco, esconde historias de superación que con base en trabajo, constancia y esfuerzo alcanzan el éxito.

Por más de 50 años, Don Marcos y su esposa doña Tomasa, se han dedicado al oficio de panaderos en San Juan Tlihuaca.

Sus inicios fueron vendiendo solo donas en su domicilio. La falta de variedad de pan en la zona, lo llevó a darle un cambio que hasta ahora ha perdurado.

En el pueblo había conchas y cocoles nada más, de ahí no pasábamos, no se hacía otra cosa y aquí se hace de todo, aquí hay que saber hacer de todo, un oficio completo. Desde pastel, biscocho, francés, de todo”, dijo Marcos Flores.

Don Marcos en sus años mozos, era trompetista de orquesta en su natal Zumpango, Estado de México, gusto que dejó por la elaboración de pan.

Ese oficio lo ha llevado a tener su propia panadería y va por más.

A mí me ha gustado mi oficio, me gusta hacerlo, yo aparte de eso quiero recordar lo que he aprendido en todos esos años que pasaron, desde un pastel, un bocadillo y todo eso, ¿por qué?, porque se me ha grabado mucho de ese oficio del pan”. 

Su pan ha traspasado las fronteras y ha llegado a distintos hogares de Estados Unidos, donde se tiene la dicha de probar un pan elaborado de manera artesanal, al igual que todos los productos que elabora.

Jbf