La noche del millonario robo al Museo de Antropología

CIUDAD DE MÉXICO.- En 1985, uno de los museos más importantes a nivel mundial sufrió un robo millonario, nos referimos al Museo Nacional de Antropología e Historia en la Ciudad de México.

El sitio Me Lo Dijo Lola hizo un recuento de qué sucedió aquella noche de víspera de Navidad.

¿Qué sucedió la noche del robo al Museo de Antropología en 1985?

Sucedió durante la Nochebuena de 1985.

Los autores intelectuales del más grande robo al patrimonio arqueológico mexicano fueron Carlos Perches Treviño y Ramón Sardina García.

Pensarás que posiblemente se trataba de un par de profesionistas amantes de lo ajeno, pero no, de hecho, eran dos simples estudiantes de veterinaria de menos de 30 años.

De acuerdo a los testimonios, los jóvenes mencionaron haber analizado con lujo de detalle el museo, seis meses antes del atraco.

Visitaron el museo más de 50 veces para ver los movimientos del personal, las cámaras, los espacios, etc.

Lo curioso fue que ese día, por ser vísperas de Navidad, los ocho vigilantes en turno no hicieron los rondines habituales por el museo porque estaban celebrando.

Lo que sabe es que los ladrones saltaron la barda metálica del museo, ubicada sobre Paseo de la Reforma, cruzaron el jardín, llegaron hasta el sótano e ingresaron por los ductos de aire acondicionado hasta la sala Maya. Una vez ahí, recorrieron en total tres salas de las que tomaron aproximadamente 140 piezas históricas (apróx porque se dice que las piezas no estaba inventariadas) y finalmente, salieron por el mismo conducto de aire acondicionado sin ser vistos. De hecho, el sistema de alarmas tampoco sonó, por lo que sin ningún problema los jóvenes estudiantes se salieron con la suya.

De entre las piezas más valiosas que robaron estaba la vasija de obsidiana con forma de mono con valor de de 27 millones de dólares.

En el turno de mañana fue que los guardias se percataron de lo sucedido; después de varias horas después.

El hecho sonó muchísimo en los medios de comunicación, se comunicó a la INTERPOL, se avisó a 158 países en el mundo y hasta se ofreció una recompensa de 50 millones de pesos para dar con los implicados, pero durante muchos años, exactamente cuatro, fue inútil dar con la respuesta.

Otra de las cosas curiosas de esto, es que, al tratarse de unos estudiantes que no habían cometido algo así, evidentemente les dió mucho miedo y lo que hicieron fue guardaron las piezas en sus casas, en la Colonia Jardines de San Mateo, para no ser descubiertos.

Cuatro años después, en 1989, la policía arrestó a un narcotraficante llamado Salvador Gutiérrez y éste señaló a varias personas, entre ellas, al joven Perches, quien al parecer intercambió con él en Acapulco algunas piezas.

Por esta confesión, lograron dar con él, fue capturado y fueron decomisadas de su clóset 111 de las piezas robadas, pero, oh sorpresa, al parecer el otro implicado, Ramón Sardina García, aún sigue prófugo.

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