Las reglas no escritas del crowdfunding

CIUDAD DE MÉXICO.- La colaboración es una herramienta esencial de sobrevivencia. Y resulta estratégica en recesiones prolongadas como la actual.

Implementar una cooperación colectiva para apoyar una proyecto de cualquier magnitud, social o empresarial, implica el seguimiento de las siguientes reglas:

Liderar desde atrás. Las empresas no tienen que ser la estrella de la película, sino que deben facilitar el trabajo de la comunidad. Cuando los directivos interrumpen y desvían el cometido de la comunidad, las ideas se pierden y la colaboración se enfría.
Moderar la intervención. Las empresas deben cortar de raíz los comportamientos anticomunitarios como usuarios que buscan aprovechar las redes para su beneficio personal o usuarios que sistemáticamente buscan problemas.
Crear un club, una comunidad real de personas unidas por los mismos intereses. Las posibilidades de éxito aumentan cuando los miembros comparten una visión general de las cosas: simplemente, les resulta más fácil comunicarse y cooperar.
Transparencia. Cuando se producen fallas al trabajar con una comunidad, lo mejor es admitirlo sin demora, pedir disculpas y asegurarse de que no volverá a ocurrir.
Rehusar la fiscalización sistemática. Cuando todo se fiscaliza y pretende que la perfección sea una norma rígida de comportamiento inhiben el trabajo de las comunidades. En cambio un poco de desorden, interrupciones, debate, brainstorming y ocasionales desacuerdos enriquecen las propuestas.
Alentar la participación. No hay nada tan improductivo como una comunidad online homogénea y complaciente. Las empresas que patrocinan proyectos Web 2.0 buscan nuevas ideas, feedback y vislumbrar las tendencias futuras de los consumidores, así que tienen que asegurarse de que las opiniones contrapuestas fluyan libremente y que los miembros de la comunidad pongan en entredicho el orden establecido. Sólo del debate surgen nuevas ideas.
Dar tiempo para consolidar y prosperar la comunidad colaborativa. Las comunidades tardan un tiempo en desarrollarse. Ninguna relación humana duradera se forja en una noche, así que los beneficios del crowdsourcing solo se dejarán sentir una vez que se hayan creado lazos basados en la sinceridad, confianza mutua y honestidad de todas las partes involucradas.
El contenido es primero. Lo importante no es la tecnología, sino el contenido. El lugar donde se reúne una comunidad tiene que ser interesante, divertido y tener las herramientas necesarias para interactuar (wikis, blogs, podcasts, actividades interesantes, eventos, conference calls, social networking...). Si no se ofrece diversión, pasión, entretenimiento, la gente no acudirá a nuestra cita.

¿Están listos para captar nuevos colaboradores para su empresa? El momento es ahora.

Haz clic aquí para seguir a Dinero en Imagen en Google News