Millennial: ¿Eres un fracaso si vives a los 30 años con tus papás?

CIUDAD DE MÉXICO.- Es un tema de escándalo en el que pocos se libran de emitir una opinión rotunda: Para algunos son fracasados, otros los señalan como víctimas de las consecuencias, que la cuestionable calidad en los empleos en México en las últimas décadas, es deplorable.

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Otros más les miran con espanto, casi nadie ignora que existe un problema social atípico y lo confunde con mil razones: ¿Son los millennials treintañeros unos fracasados?

A esa edad generaciones anteriores vivían con sus parejas, incluso habían comenzado una familia, y se acercaban a una época de prosperidad laboral.

Las cifras son rotundas: De acuerdo con el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi), 67.1% de los millennials en México aún vive en casa de sus padres o con un familiar. ¿Son un error social?, ¿una generación inmadura?, se nos tacha de irresponsables, consentidos, displicentes, indisciplinados, y un montón de adjetivos peyorativos que me hacen pensar que en efecto. Somos lo peor que le pudo suceder al país y al mundo.

¿Me atrevería a negarlo?, en realidad no.

Como todo, hay claras excepciones a la regla, comparto trabajo con muchas personas que se desarrollan profesionalmente de magnífica forma, y a los que espero aprender muchas cosas.

Pero también me he encontrado con compañeros que carecen de profesionalismo. Pero, que les falten principios laborales no tiene nada que ver con su edad, o su generación, es una cuestión de principios.

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 En caso contrario, me estarían afirmando que no hay cincuentones con pésimos procesos de trabajo, que usted (si ya está pensionado y me lee), no se encontró más de una vez con un compañero de oficina detestable. Las malas formas abundan, pero no son exclusivas de los millennials.

En cuestión de vivienda, pregúntese si el millennial de su preferencia se encuentra feliz al vivir en casa de sus padres. Antes de criticarlo, lo invito a sentarse con él, que le pregunte: ¿Te gustaría mudarte?

Por supuesto, habrá algunos a los que no les interese mover ni un dedo; no buscan trabajo, tampoco estudian, no están interesados en salir de casa de sus padres, y posiblemente, viven cómodos con esa inmensa “nada”. Para ser específicos, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, se encontrará a 5.8 millones de jóvenes mexicanos con ese perfil. En efecto, abundan, pero no somos todos.

También es cierto, que llega el momento en que parece demasiado cómodo no salir de la comodidad de tener un plato de comida cada noche servido en la mesa, y la rutina de ser hijo aunque se aporte con los gastos.

¿Es el millennial que vive a los treinta años un fracaso?, más allá de las rotundas cifras estadísticas que ya mencionamos, hay millones de historias que se amparan en la degradación de lo que debería ser un trabajo digno; la gran competencia laboral provocada por una explosión demográfica que nos tocó padecer, y momentos complicados en lo que muchos nos han vendido como “estabilidad económica”.

Yo soy un millennial y no podría señalar a ningún fracasado de mi generación. No es una palabra que me guste. Pero si usted los considera de ese modo adelante, es un mundo libre.

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Solo le recuerdo que este no es el mismo mundo en el que usted creció. Navegamos en una tendencia que degrada y complica lo que teníamos concebido hace algunas décadas. No le deseo a nadie enfrentarse a un panorama de retiro tan pobre como el que nos ha tocado, y que encima nos inviten a solucionarlo con la disciplina del ahorro, sobre todo con sueldos tan bajos.

El promedio salarial para los profesionistas en México es de 8,718 pesos mensuales. Piense en rentas de siete mil pesos en promedio en zonas no necesariamente céntricas de la Ciudad de México; en gasolina que ronda los 20 pesos el litro; en trabajos que no ofrecen prestaciones; y por supuesto (por qué no decirlo), malas decisiones económicas que nos llevan a muchos a gastar en cosas que no necesitamos.

Los millennials que viven en casa de sus padres son una consecuencia de muchos problemas, no el problema en sí.

*dp