GBM+ busca genera un millón de inversionistas

El Premio Naranja Dulce es para Javier Martínez Morodo, director general de GBM Digital, porque mañana lanzan su nueva plataforma GBM Plus, la cual busca incrementar el número de inversionistas en el mercado con una cuenta totalmente digital que podrán abrir en minutos desde un teléfono móvil o una página web.

GBM es el principal promotor para atraer nuevos inversionistas al mercado financiero y su estrategia está funcionando, pues tienen ya el 45% de las cerca de 500 mil cuentas en inversiones. Con esta nueva herramienta digital confían en llegar a un millón de nuevos inversionistas.

GBM+ integra tres productos de inversión: Smart Cash, que permite inversión con liquidez diaria y rendimientos cercanos a cetes; Wealth Management, para inversiones de mayor riesgo en las que los clientes reciben asesoría para la inversión de su cartera o portafolio que se personaliza para cada cliente, y Trading, que permite realizar operaciones de compra venta de acciones tanto de emisoras nacionales, como internacionales, con información de mercados en tiempo real y bajas comisiones.

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EL SOFISMA DE LAS ENERGÍAS LIMPIAS

El Premio Limón Agrio es para el presidente Andrés Manuel López Obrador, porque insiste en una contra Reforma Energética con un cambio a la Constitución, por su reacción ante las críticas a la política energética de la 4T y por la suspensión definitiva que otorgó la Suprema Corte de Justicia de la Nación a las políticas de la Secretaría de Energía, en el marco de la controversia constitucional que presentó la Comisión Federal de Competencia Económica.

Ante las críticas del presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, quien dijo que no invertirá más en México si el gobierno no quiere inversión extranjera, López Obrador respondió que no le interesan los negocios privados, sólo los públicos, con una gran miopía porque hoy día el sector público representa sólo el 20% del PIB, y sin el apoyo del sector privado no se alcanzarán las metas de crecimiento, generación de empleos y bienestar.

En relación a la carta que un grupo de legisladores envió a Donald Trump, manifestándole su preocupación por que el trato preferencial a Pemex y CFE amenaza las inversiones de empresas de Estados Unidos y viola el espíritu del T-MEC, López Obrador aseguró que la soberanía energética no se negoció en el T-MEC y que no habrá un paso atrás en la defensa de Pemex y la CFE. Lo que demandan los legisladores es respeto a las inversiones y el riesgo para el gobierno es que se multipliquen los litigios contra la política energética no sólo en México, sino en arbitrajes internacionales.

La cereza del pastel es que, al visitar una planta de la CFE en Coahuila, López Obrador reiteró que comprarán más carbón para generar electricidad porque las energías limpias son un sofisma, lo que generó muchas críticas en redes sociales. Al parecer, lo que para él es un sofisma o mentira es que las plantas de la CFE son viejas y contaminan.

Sin embargo, nadie puede negar que las energías renovables contaminan menos que el carbón, aunque, en efecto, actualmente son más caras.

Para colmo, el presidente López Obrador criticó a Repsol por haber contratado a la exsecretaria de Energía, Georgina Kessel, y al expresidente Felipe Calderón como consejeros, pero en realidad no fue Repsol, sino Iberdrola.