Paul Lara

Cyberpunks

Paul Lara

12 Feb, 2024

#FreeAssange

Muchos se han olvidado de Julian Assange, el creador de WikiLeaks y periodista australiano de 52 años que se enfrenta a 17 cargos relacionados con la posesión, recepción y difusión no autorizadas de información clasificada en virtud de la Ley de Espionaje de los Estados Unidos (EU). Entre estos cargos se encuentra una acusación de conspiración para cometer intrusión informática.

Assange se enfrentará el próximo 20 y 21 de febrero a la decisión de los jueces de Reino Unido quienes decidirán sobre su extradición. El Tribunal Superior de Londres será la sede.

En caso de que Assange agote todas las vías legales y sea extraditado a Estados Unidos, se enfrentará a un juicio en Alexandria (Virginia), con una posible condena de hasta 175 años en una prisión estadunidense de máxima seguridad. Estos cargos fueron iniciados por la administración de Donald Trump a raíz de la publicación por WikiLeaks de los documentos filtrados por la analista de inteligencia del ejército estadunidense Chelsea Manning, en 2010, una de las principales fuentes de Assange.

Los materiales filtrados exponían crímenes de guerra cometidos por el gobierno estadunidense en Guantánamo, Cuba, Irak y Afganistán, junto con casos de participación de la CIA en torturas, detenciones y entregas.

Diversos periodistas en el mundo sostenemos que procesar a Assange sienta un peligroso precedente contra nuestra profesión, ya que ningún editor se había enfrentado anteriormente a cargos en virtud de la Ley de Espionaje. Aunque los fiscales estadunidenses afirman que las acciones de Wikileaks pusieron en peligro a los aliados de Estados Unidos, los grupos de defensa de la libertad de prensa sostienen que no hay pruebas que lo demuestren.

En una carta abierta, redactada por directores y editores de destacados medios como The Guardian, The New York Times, Le Monde, Der Spiegel y El País, que colaboran con Assange en la publicación de documentos, exigen al gobierno estadunidense que ponga fin a sus esfuerzos por extraditar al fundador de Wikileaks.

Desde su salida de la Embajada de Ecuador en 2019, donde pidió asilo desde 2012, Assange ha estado detenido en la prisión londinense de alta seguridad de Belmarsh por incumplir las condiciones de su libertad bajo fianza. Las investigaciones sobre las acusaciones de agresión sexual contra él en Suecia fueron finalmente archivadas.

Con el deterioro de su salud mental y física, su esposa, Stella, destaca la imposibilidad de un juicio justo y expresa su preocupación por su seguridad en EU. Sus abogados también se han dirigido al Tribunal Europeo de Derechos Humanos en un intento de bloquear la extradición.

Mientras tanto, en diversas partes del mundo han convocado a realizar protestas durante los días previstos para la toma de decisión sobre la posible extradición.

La relatora de la Organización de las Naciones Unidas, Alice Edwards, ha exhortado al gobierno de Reino Unido a que examine cuidadosamente la orden de extradición de Assange, para asegurar el pleno cumplimiento de la prohibición absoluta e inderogable de la devolución a la tortura y otros tratos crueles, penas inhumanas o degradantes.

El caso de Assange debería llamar la atención de todos, pero sobre todo de los que somos periodistas, porque su situación de privación de libertad es porque puso en conocimiento lo que a la humanidad entera se le mantenía oculto. Él hizo una labor honrando el derecho a la información sin cortapisas de ninguna clase.

El australiano está en una celda 22 horas al día y ve a sus hijos una o dos veces por semana, sufre un importante “deterioro físico” debido al aislamiento y a las limitaciones en el contacto con su familia y sus abogados.

El Tribunal de Belmarsh, inspirado en el Tribunal Russell-Sartre de 1966, también conocido como el Tribunal Internacional sobre Crímenes de Guerra, en el cual representantes de 18 países se reunieron para escuchar testimonios sobre los crímenes de guerra cometidos por Estados Unidos contra la población de Vietnam, está listo para hablar sobre el caso Assange.

El Tribunal Russell-Sartre contó con los ganadores del Premio Nobel Bertrand Russell y Jean-Paul Sartre, además de Simone de Beauvoir y otros. Ese tribunal concentraría su atención en Palestina en los años siguientes, investigando al Estado de Israel por su violenta ocupación de los territorios palestinos y sus acciones contra el pueblo palestino. Ahora que se multiplican los crímenes de guerra en Gaza y Cisjordania, con más de 17 mil personas muertas, más de 60 periodistas palestinos muertos tan sólo en los últimos dos meses, el Tribunal de Belmarsh continúa con el legado del Tribunal Russell-Sartre para escuchar testimonios sobre las amenazas a la libertad de prensa en todo el mundo.

#Free Assange.

 

 

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