Paul Lara

Cyberpunks

Paul Lara

6 Mar, 2023

Las promesas del 6G,  ¿y México?

BARCELONA.– Oportunidades, una palabra que desde hace varios años he venido escuchando cada vez que vengo al MWC. Lamentablemente, cuando volteo a ver a México, hay más retos que oportunidades, por no hablar de ignorancia y corrupción.

He visto desfilar a funcionarios mexicanos desde hace años, como en esta ocasión a José Said Flores Alonso, coordinador de la Unidad de Negocios CFE Telecom, quien por cierto dijo que andaba de vacaciones (invitado por una empresa china al Mobile World Congress 2023), pero mezclándolas con el trabajo, pues le gustaba ver la innovación y cómo podría operar en un futuro, pero sin hablar sobre la posibilidad de que México, a través de la CFE Telecom, invirtiera en estas tecnologías, pues eran “vacaciones”.

A muchos de los funcionarios mexicanos, las empresas tecnológicas les muestran innovación y las posibilidades de mejorar la infraestructura del país, impulsar la conectividad y tener un mejor PIB, pero muchos son “ignorantes” de cómo aplicar correctamente las plataformas que les ofrecen y sólo, como se dice coloquialmente, les clavan el diente en su presupuesto.

Las oportunidades de que el gobierno federal adopte tecnologías e impulse conectividad nacional, como pasa ahora con las redes 5G, y crear un ecosistema de emprendimiento e impulso al talento local, se queda muchas veces en sólo promesas. Incluso, hay que recordar que la actual administración desapareció ProMéxico, y su pabellón, que se encontraba en el Hall 1 del FIRA Barcelona, hoy es ocupado por una compañía que oferta robots e Inteligencia Artificial.

Este año, el MWC estuvo marcado por las primeras pruebas de la siguiente generación de conectividad, las redes 6G, que, aunque está en fases de prueba y se espera se masifique hasta 2030, es una tecnología que, como siempre, llegará muy tarde a México si no se impulsa que las empresas tengan la oportunidad de acceso a espectro radioeléctrico a precios accesibles, con la promesa de impulsar la conectividad de todo el territorio a precios que puedan ser pagados por la población en general e infraestructura estable y rentable.

Pero, ¿qué se puede esperar de las redes 6G para los próximos años? ¿Realmente cambia bastante de una oferta 5 o 5.5G? El 5G aún está en plena fase de despliegue y con mucho por ofrecer. GSMA, patronal mundial de la industria del móvil y organizadora del Mobile World Congress, estima que las conexiones con esta red móvil superarán los dos mil millones en 2025, más de una quinta parte del total, un crecimiento sin precedentes.

Ese proceso de aceleración ha hecho que el 5G vuelva a estar entre los pesos pesados del congreso tecnológico que se celebró la semana pasada en Barcelona. Todas las innovaciones presentadas por los expositores en los ocho salones del recinto ferial, desde la telefonía móvil de última generación a la Inteligencia Artificial, pasando por la Realidad Virtual, los metaversos o la computación en la nube, pasan por la quinta generación de conexiones inalámbricas.

Sin embargo, lo que llamó la atención de los visitantes fue esa promesa de que las redes de sexta generación realmente generarán una gran revolución en la que los países que no inviertan en tecnología se quedarán fuera del mapa. Una evolución sonante que también requiere de una buena regulación sin acotar la innovación y sin frenar a los emprendedores, como lamentablemente pasa en Europa. La normatividad en esta parte del mundo es una espada de dos filos, protege a los usuarios, pero mata un tanto el talento.

El 6G será más rápido y energéticamente más eficiente que el 5G y permitirá aumentar la capacidad de la red para soportar un flujo de datos hasta 500 veces superior. Promete hacerlo con una velocidad de transmisión hasta diez veces superior a la del 5G y reduciendo la latencia para que las conexiones sucedan prácticamente en tiempo real.

Aunque aún hacen falta muchos detalles para saber cómo funcionará exactamente esa futura arquitectura, los expertos fijan en 2030 la comercialización del 6G y unos años antes, los primeros casos de uso.

Las grandes empresas ya se están preparando para el 6G. Apple, por ejemplo, está contratando a ingenieros que permitan integrar esta nueva tecnología a sus dispositivos y al gigante chino Huawei ha prometido poner en órbita dos satélites para realizar las primeras pruebas con 6G en unos meses. Ante ello, me pregunto si estaremos listos para esa nueva era o seguiremos teniendo funcionarios que en sus “vacaciones” son invitados a conocer estas nuevas tecnologías.

 

 

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