¿Cómo reconocer un fraude cuando te ofrecen un crédito?

Ante la situación económica de México –donde la inflación registró una variación anual de 7.58% en la primera quincena de mayo, según el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) y donde el Fondo Monetario Internacional (FMI) advierte un oscuro panorama para la economía mundial--, los ciudadanos que se ven necesitados de un crédito rápido son fácil presa de caer ante los cibercriminales y ser engañados expeditamente.

En 2021, el 83% de las organizaciones sufrió un ataque de phishing con éxito y, de estos, más de la mitad acabaron en una violación de los datos de los clientes, y en el 48% de los casos se vieron comprometidas tanto identificaciones como cuentas. Estos datos se basan en el informe State of the Phish Report 2022 de Proofpoint.

El Phishing es un término informático que distingue a un conjunto de técnicas que persiguen el engaño a una víctima ganándose su confianza haciéndose pasar por una persona, empresa o servicio de confianza, para manipularla y hacer que realice acciones que no debería realizar.

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Este tema va mucho más allá, porque se trata no sólo de transgredir la información de los usuarios sino de su dinero, de su patrimonio”, asegura Gerardo Obregón, fundador y director general de Prestadero.

La desesperación por obtener un crédito para salir de deudas o vivir al día los hace blanco fácil de los defraudadores que ofrecen créditos milagro: ofertas de crédito prácticamente sin requisitos a tasas de interés envidiables, pero que terminan siendo fraude, pues son ofertas inventadas en donde el “promotor” te termina pidiendo un anticipo para cerrar el crédito que al final jamás llega.”

Uno de los peores momentos para pedir un crédito es cuando tienes urgencia de dinero. En muchos de estos casos, puede que tengas tus deudas a tope o ya te hayas pasado del límite de tus créditos por lo que, en la mayoría de los casos, si solicitas alguno otro, lo más probables es que terminen denegándotelo y esta misma premura por el dinero, es posible que te lleve a recurrir a créditos milagro o caer en algún fraude.

Obregón afirma que se debe tener cuidado porque la gente es más propensa a caer en fraudes cuando buscan un préstamo de forma desesperada.

Los fraudes, por lo general, te prometen buenas cantidades de dinero donde aparentemente no consultaron tu Buró de Crédito, te dan tasas ridículamente bajas, no te pedirán comprobantes de ingresos ni aval y el préstamo se te dará casi de manera inmediata, pero claro, siempre y cuando pagues un porcentaje del monto que estás solicitando, de esta manera, las personas acceden, pagan y los malhechores con las que estás tratando simplemente desaparecen, dejando en una situación peor de la que te encontrabas inicialmente.

Recuerda que los créditos milagro no existen, si tienes algún problema con alguna deuda, siempre puedes acercarte a la institución con quien tengas esta deuda y pedir una reestructuración, esto obviamente afecta tu historial, pero siempre es mejor que caer en alguna estafa o proporcionándole tus datos personales a alguien que puede hacer mal uso de ellos.

Por otra parte, también existen aplicaciones donde --de la misma manera-- te ofrecen un crédito y al aceptar sus términos roban tu información personal, como contactos, accesos a redes sociales y hasta información de tus aplicaciones bancarias, por lo que es recomendable acercarse a empresas y aplicaciones autorizadas que cumplen con todos los requerimientos y regulaciones para brindarte un buen servicio fácil, eficiente y seguro.

Ante esta problemática, Obregón sugiere tomar en cuenta lo siguiente para no caer en trampas:

Si ya acudiste al Registro Público de la Propiedad, y ves que no está constituida, es una empresa engañosa.
Busca reseñas en Internet, y si te das cuenta de que no hay rastro de la empresa o las reseñas son pésimas donde ya alguien se quejó del fraude, no confíes.
No es lógico que estas personas te pidan enviar información a un correo no institucional (como Gmail, Hotmail, Yahoo!, etc.), y utilizan Whatsapp o Facebook para contactarte y “seguir el procedimiento”.
Sus portales de Internet (si es que tienen), son extremadamente básicos y sin funcionalidad, ten cuidado.
Utilizan nombres de empresas legítimas para decir que van a conseguir el crédito de dicha empresa, pero en realidad no tienen correo institucional, y de nuevo, te piden anticipo por “seguros o impuestos”, cuando la empresa legítima no lo hace.
Si te piden crédito con mínimos o nulos requisitos, ni verán tu Buró de Crédito, suena como milagro, entonces es un fraude.
Si el crédito que te ofrecen es a tasas envidiables, mejores que banco y sin tantos requisitos, mucho ojo.

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Jbf