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CIUDAD DE MÉXICO.- El incremento de ciberataques y el costo que tienen éstos en las empresas, así como un mayor uso del trabajo remoto y un próximo escenario de crisis están provocando que las empresas en México se interesen más en los seguros contra riesgos cibernéticos.
“En el país la penetración de los seguros es baja y todo el tiempo el reto principal de la industria es concientizar, sin embargo los seguros contra riesgos cibernéticos han sido uno de nuestros productos estrella durante los últimos tres años y es el producto que está teniendo mayor crecimiento este año”, aseguró la titular de líneas financieras y CyberEdge de AIG, Joely Villalobos.
Al platicar con Excélsior, recordó que AIG fue una de las primeras compañías de seguros y fianzas en ofrecer este producto en el mundo para apoyar a las empresas a transferir una parte de su riesgo tras un ataque cibernético.
Para Villalobos el interés ha crecido porque las compañías, sin importar su tamaño, son más conscientes del peligro que corren al no contar con un plan de gestión de riesgo que incluya un seguro.
Por ejemplo, en promedio el costo de un ciberataque para una pequeña y mediana empresa se ubica entre 2 millones y 6 millones de pesos, cifra que incluye no solamente defenderse sino recuperar la operación después del incidente.
“¿Cuántas pequeñas y medianas empresas pueden soportar un golpe así? La realidad es que ninguna”, resaltó Villalobos.
Esto se refleja en los resultados de AIG en México, ya que el seguro de riesgo cibernético creció 15% en lo que va del año y esperan que la cifra se mantenga para el cierre de 2020.
Entre los principales clientes de ese producto se ubican las empresas de manufactura, ya que están preocupadas por los posibles ataques enfocados a infraestructura crítica o a interrumpir sus operaciones.
La titular de líneas financieras y CyberEdge de AIG consideró que la pandemia posiblemente impulse el número de ciberataques debido a que muchas empresas no estaban preparadas para el trabajo remoto.
Aunque esto no necesariamente se reflejará en una mayor contratación de seguros contra ciberataques, cuyo volumen de solicitudes se ha mantenido constante.
Evolucionarán
Villalobos comentó que este tipo de seguro nació como indemnización por la extorsión que hacían los cibercriminales para liberar sistemas secuestrados, es decir, un ataque de ransomware.
Actualmente han evolucionado a tal punto que ofrecen cobertura de daños propios, para por ejemplo la interrupción del negocio, o para daños a terceros como cuando se pierden información de clientes.
“Lo interesante de estos seguros es que tienen a todo un panel de respuesta para incidentes, no te dejan solos. Llamas y te ponen al experto dependiendo del tipo de incidente, no es lo mismo ser hackeado, que perder información o tener una interrupción del servicio”, detalló.
Además cree que los seguros contra riesgos cibernéticos seguirán evolucionando, ya que también se podrían añadir daños físicos en propiedad y personas.
Esto significa cubrir cuando una máquina es dañada por un ciberataque o hasta tener una respuesta cuando un dron es vulnerado y, estando en vuelo, cae encima de una persona.
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