Noviembre, mes muy malo para los mercados

El mes de noviembre fue particularmente complicado para todos los mercados del mundo, por supuesto los que más nos importan son Estados Unidos y México, que no fueron la excepción. Cuando me refiero a los mercados lo hago en toda la extensión de la palabra, la volatilidad fue extrema en las Bolsas, para las inversiones en renta fija, también en la cotización de las monedas. Las razones fueron múltiples, y sin querer jerarquizar su importancia, los tres acontecimientos que más impactaron fueron los siguientes:

A) Decisiones de la Reserva Federal de Estados Unidos: En virtud de que el crecimiento de la economía en ese país ha sido menos importante de lo que se esperaba, y consecuentemente no se han logrado recuperar significativamente los empleos que se perdieron en la crisis (8.4 millones) la Reserva Federal (la Fed) decidió inyectar a la economía 800 mil millones de dólares a través de la compra de bonos que emite la Tesorería de EU. De esta cantidad, 600 mil millones corresponden a impresión de dinero nuevo, y los 200 mil restantes son producto de intereses y amortizaciones del paquete de bonos que en una primera instancia compró la Fed. Con esta medida se suponía que el rendimiento de los bonos que emite la propia Tesorería bajaría en forma importante y así contribuiría a activar el proceso de inversión y de crédito al tener tasas de interés más bajas. Por muchos motivos difíciles de explicar, la estrategia de la Fed no dio los resultados que se esperaban, y por el contrario, las tasas de interés de esos bonos en lugar de bajar subieron. Los treasuries a diez años de plazo que antes de anunciarse la medida rendían 2.5%, después de oficializarse ésta, el rendimiento brincó a 2.96 por ciento. Lo anterior afectó no sólo al mercado financiero estadunidense, sino a los mercados mundiales, como ejemplo, en México el bono a diez años de plazo emitido por el gobierno federal, brincó de 6.11% el primero de noviembre antes de conocerse la decisión de la Fed, a 6.82% el primero de diciembre, una vez que ésta se publicó. Por supuesto, prácticamente todas las monedas del mundo se devaluaron con respecto al dólar; el euro que a principios de noviembre estaba en 1.3888 se bajó a 1.3140 a esta fecha, el peso se devaluó de 12.3590 a 12.4250 al día de hoy; y en lo general, el dólar se fortaleció contra casi todas las monedas.

B) Problemas en Irlanda: En el mes que se comenta, este país generó serias preocupaciones al no querer acceder al paquete de ayuda que le ofrecía la comunidad financiera internacional para solucionar sus problemas de sobreendeudamiento y la insolvencia de su sistema bancario. Finalmente accedió a que se le ayudara, y recibió entre efectivo y garantías, una cantidad superior a los 80 mil millones de euros, que servirán para darle tiempo a ese país con el fin de llevar a cabo los cambios estructurales que requiere para limpiar su balance; sin embargo, hoy es indiscutible que el tema de Irlanda hizo evidente que el problema no termina ahí, y seguramente los siguientes países en la lista que tendrán que solicitar apoyos a la comunidad financiera internacional son Portugal y España. Este último preocupa muchísimo porque el tamaño de la economía española es prácticamente el mismo de Grecia, Irlanda y Portugal sumados.

C) Corea del Norte: Como es sabido por todos, el conflicto entre las dos Coreas tuvo un impacto muy negativo en las Bolsas del mundo, las cuales habían empezado a reaccionar favorablemente a la enorme liquidez que existe a nivel internacional.

De las causas anteriores, la primera, que es la reacción negativa de los mercados ante las decisiones de la Reserva Federal, irá perdiendo importancia, ya que la medida de inyectar dinero a la economía norteamericana, finalmente sí hará que su tasa de interés tienda a bajar. Por lo que se refiere a Europa, desafortunadamente seguirá siendo mala noticia porque en tanto todos los países europeos sobreendeudados no resuelvan sus problemas a fondo, las noticias negativas se seguirán sucediendo. Sobre la actitud de Corea del Norte, en mi opinión personal, no creo que llegue a mayores; pero también reconozco que el peligro de convivir con un régimen absurdo, siempre estará latente.

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