David Páramo

Análisis superior

David Páramo

8 Dic, 2010

López Meyer vs. la aviación

Las mentiras tienen pies cortos o, como diría la conseja popular, más pronto cae un hablador que un cojo. Durante semanas y semanas Humberto Treviño y otros funcionarios de la SCT se la pasaron diciendo que no habría quebrantos para ASA por el Concurso Mercantil de Mexicana, puesto que estaban debidamente asegurados.

Juan Molinar y Héctor Rangel Domene van mucho más allá asegurando que tampoco habrá quebrantos para Bancomext, pues ese banco de desarrollo, según, tiene todas las garantías. Ahora resulta que en ese banco hay mejores banqueros que en Banorte, dirigido por Alejandro Valenzuela.

Pues ahora resulta que Gilberto López Meyer dice que las quitas que le harán a CMA no deben ser vistas como un "perdón". El director de ASA, quien tomó la decisión de seguir dando combustible cuando la fugaz y fantasmagórica Tenedora K asumió el control de la línea aérea, es un personaje francamente nefasto para la aviación nacional. El ex piloto de CMA decía, días antes del Concurso Mercantil, que se sentía muy tranquilo porque los pagos estaban debidamente garantizados ¿Cuál sería, pues, la justificación para hacer quitas?

Según las declaraciones del subsecretario de Comunicaciones de la SCT, gran parte de los problemas que generaron a degradación de la autoridad mexicana se generaron a principios de esta década, es decir, cuando López Meyer era director de la DGAC.

A empresas como Volaris, Interjet, Viva Aerobús y Aeroméxico se les cobra combustible y servicios aeroportuarios completos. Hacer "perdones" o "quitas" va en contra de una sana competencia toda vez que los cobros que realiza ASA son una parte fundamental de los costos de las empresas de aviación.

RENOMBRADOS

El presidente ente de la Cofetel y los lamentables miembros de la Junta de Gobierno, quienes han abdicado de su responsabilidad de mantener la independencia del órgano están anotándose otra raya más a su desprestigio.

Resulta que Transparencia Mexicana, en su carácter de testigo social, hizo un reporte sobre la licitación 21 de espectro; sin embargo, Mony de Swaan, habría estado censurado este reporte en el que, dicen los más enterados, que establecen con claridad los errores y fallos en la licitación que favorecieron a Nextel.

Mientras tanto, Juan Molinar y la SCT siguen sin acatar la resolución del juez y sin cumplir los exhortos que le han hecho los legisladores en el sentido de reponer este proceso de tal manera que haya igualdad de reglas de competencia, donde efectivamente se favorezca la participación de nuevos entrantes, y el Estado obtenga los mejores resultados financieros.

Seamos claros, todos los participantes y quienes han estado cerca de esta licitación saben que se han cometido una gran cantidad de errores y violaciones a la ley. Ha llegado el momento de reponer el proceso a favor de todos los mexicanos.

Banco Interacciones, presidido por Carlos Hank, colocó mil 500 millones de pesos en certificados bursátiles. Este banco, especializado en el financiamiento a gobiernos estatales y municipales, está iniciando un programa de hasta diez mil millones de pesos, lo cual parece que lograrán fácilmente si se considera la fuerte demanda que tuvo su colocación.

En esta columna le hemos venido narrando las vicisitudes de los hermanos Tomás y Enrique Zaragoza en Honduras y habíamos cuestionado la inactividad del gobierno mexicano, puesto que los pobladores de Oma exigen la salida de Gas Caribe acusándolos de una gran cantidad de daños ambientales y de ser un peligro para la población.

Hace unos días centenares de estudiantes y vecinos de esa ciudad llevaron a cabo un plantón frente a las instalaciones de la empresa Gas del Caribe, exigiendo al gobierno la reubicación de las esferas de gas a un lugar seguro donde los habitantes y el ambiente no corran peligro.

Pues ya hubo una reacción por parte del gobierno mexicano, aun cuando fue de una manera sumamente equivocada. Resulta que el embajador Marco Antonio García se ha dedicado a ser publirrelacionista de los hermanos Zaragoza y, aseguran, está ejerciendo una muy fuerte presión en contra de los grupos de opositores a este proyecto.

El funcionario de la Secretaría de Relaciones debe comprender que hay una gran distancia entre defender el interés legítimo de las empresas mexicanas y actuar como una suerte de gatillero a favor de una empresa que, se asegura, está cometiendo delitos ecológicos. Suena a un contrasentido que en los días de la COP 16 empleados del gobierno mexicano tengan esta actitud.