No todo es malo

Pasa el tiempo y nuestro país no recupera los niveles económicos y sociales que no hace mucho ocupaba, por el contrario nos enfrentamos con datos que incrementan el pesimismo, los que se dan a conocer en forma alarmante, opacando otros que quizás son los que debieran impactar.

De acuerdo con Transparencia Internacional, el Índice de Percepción de la Corrupción de nuestro país es de 3.1%, en el que 10 es la mejor calificación, lo que revela el nivel en que nos encontramos. De 178 países, el nuestro ocupa el puesto 98 en este nivel de corrupción, donde Dinamarca es el país mejor calificado y Somalia el último, habiendo descendido del año anterior en que ocupábamos el puesto 89.

Por otra parte el Instituto Legartum del Reino Unido mide el nivel de prosperidad de las naciones y nuestro país descendió 10 posiciones al pasar del sitio 43 el año anterior al 53, en el que el primer lugar en prosperidad lo ocupa Noruega y el último Zimbabwe.

El Foro Económico Mundial calificó a nuestro país en la posición 66 de 139 naciones, respecto a competitividad. El año anterior ocupó el puesto 60.

Las cifras económicas muestran crecimiento que puede llegar en este año al 4.5% pero que en contexto con lo perdido en los años de crisis, la recuperación se ve lejana, y si a ellos se añade la incertidumbre todavía reinante, básicamente respecto a la economía de Estados Unidos, la situación se complica. El empleo se recupera muy lentamente y todavía peor, se afirma que la juventud de escasos recursos ante este panorama, prefiere enfilarse en actividades ilícitas que les ofrecen un beneficio económico inminente.  Ahora resulta que la crisis de vocaciones profesionales será todavía más patente para determinadas actividades.

La catarata de aspectos negativos soslaya los positivos. Deslumbrados por los éxitos del Brasil y su prosperidad, país que se ha posicionado como el líder económico de Latinoamérica, desplazándonos de ciertas posiciones que ocupábamos en el pasado, causa todavía mayor impacto este encumbramiento en la avalancha de aspectos negativos.

Pero no obstante este negro caudal, lo que falta es incentivar que las oportunidades se presentan precisamente en lo negativo. Debe prevalecer ese sentir de que los grandes crecieron en las crisis.  Si la economía está trabajando, tanto la formal como la informal y toda la sociedad hace su mejor esfuerzo en esta lucha diaria de actividad económica, por qué no pensar que el futuro tiene que ser diferente. Nuestra profesión sigue su marcha y actividad, sin haberse permitido espacios inactivos y lo mismo sucede con la mayoría de las profesiones.  Los aún desempleados se mueven necesariamente para generar ingresos y la inactividad es realmente sólo un decir.

La inversión extranjera sigue considerando atractivo a nuestro país, así la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), informa que la inversión extranjera directa creció en México un 28% en comparación al año anterior y fue el segundo receptor de la región después de Brasil en el primer trimestre del año, es decir, algo bueno se percibe que atrae inversión.

La industria automotriz internacional sigue teniendo a México como punta de lanza en producción, por lo que no obstante la crisis que sufrió, renace apuntalándose en nuestro país.

No es que las reservas petroleras se acaben, lo que sucede es que se requieren técnicas y equipos más elaborados para su identificación y extracción y en este rubro es donde falla la inversión, lo que implica a su vez una serie de oportunidades.

La pobreza en el país es tremenda, pero a su vez es esa población, una fuerza económica latente que caminando haría cambiar muchas estadísticas.

El momento es difícil y crítico y por supuesto lleno de noticias graves, pero a su vez es un momento de oportunidad y así como nuestra profesión sigue su marcha en ese caminar de actualización constante, toda la sociedad debe impactar para fortalecer los números buenos estadísticos y revertir los negativos.  El país no se acaba, por el contario,  vive diversas etapas que lo llevarán a sobreponerse para ser cada día más grande, como merece en el contexto global de naciones. 

* Integrante del Consejo Consultivo y ex presidente del Colegio.

Este artículo refleja la opinión del autor.

relacionespublicas@colegiocpmexico.mx