Carlos Velázquez

Veranda

Carlos Velázquez

7 Ene, 2011

Sabre y Expedia se

Lo que comenzó siendo un conflicto de intereses entre American Airlines, ahora la tercera aerolínea más grande de Estados Unidos, y Orbitz, una de las principales agencias de viajes por internet, podría terminar golpeando a innumerables participantes del turismo, incluyendo a los viajeros.

Y es que así como parece sorprendente la posibilidad de que las aerolíneas pudieran eliminar en el futuro a las globalizadoras de sus procesos de comercialización, ambos participantes de la industria de los viajes están buscando una recomposición en las reglas comerciales que podría golpear no sólo a las agencias de viajes sino a los turistas.

En medio hay una relación que se fue conformado a lo largo del tiempo y que derivó en la creación de incentivos económicos perversos, que ahora preocupan a las aerolíneas en su conjunto, aunque la primera acción radical la haya tomado American cuando rompió relaciones con Orbitz.

En el pasado las aerolíneas obtuvieron importantes beneficios reduciendo sus call centers, que fueron reemplazados por los sistemas tecnológicos de las globalizadoras; el problema surgió cuando éstas, a su vez comenzaron a compartir el pago que les hacían las aerolíneas con las agencias para maximizar sus ventas.

Además resulta que las dos operadoras más importantes en América, que son Sabre y Travelport, además tienen el control, respectivamente, de Travelocity y Orbitz, dos agencias líderes en el mercado de internet.

Así es que las globalizadoras no sólo comenzaron a premiar a las agencias de viajes que más boletos de avión comercializaran por su conducto, sino que lo hicieron siendo dueñas de algunas de ellas.

Adicionalmente la tecnología de Sabre, Travelport y Amadeus, las tres principales globalizadoras o GDS, como se les conoce en inglés, ha terminado por ser igualmente eficiente, por lo que no es extraño que hayan recurrido a los programas de incentivos económicos a las agencias.

Y ahora son las aerolíneas las que están atrapadas, pues su dependencia a las globalizadoras les ha impedido negociar precios menores, por lo que American fue la primera en recurrir a la confrontación directa.

La novedad este año es que Sabre aumentó las comisiones a American y relegó la venta de sus boletos y que Expedia ya tampoco está comercializando a esa aerolínea.

Ambas decisiones ocurren después de que un juez en Estados Unidos reconoció que Americana podía dejar de vender sus boletos a través de Orbitz, con lo que puso sobre la mesa la posibilidad de un cambio completo en la forma en que hoy se comercializan los viajes.

No se trata de un asunto menor y las consecuencias pueden ir desde la desaparición de las globalizadoras a escala mundial, hasta el cierre de innumerables agencias y la pérdida del poder que hoy tiene el viajero como consumidor.

El lunes se aportarán en este espacio algunos datos al respecto.