José Yuste

Activo empresarial

José Yuste

13 Ene, 2011

CCE y Presidencia ven oportunidad en Meade y Dionisio

Los dirigentes del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) ven una buena oportunidad en los cambios del gabinete económico, ya que los nuevos secretarios de Energía y de Comunicaciones y Transportes podrían acelerar los proyectos de inversión y compras de gobierno para crecer lo más posible en 2011.

La reunión para crecer más

Nada menos ayer hubo una primera reunión entre Mario Sánchez, presidente del Consejo Coordinador Empresarial, y Gerardo Ruiz Mateos, jefe de la Oficina de la Presidencia, quien al haber sido secretario de Economía conoció de cerca las necesidades para desatorar los proyectos gubernamentales.

De hecho, se espera que los cambios del presidente Felipe Calderón al situar a José Antonio Meade en Energía y a Dionisio Pérez-Jácome en Comunicaciones y Transportes, apresure todos los proyectos de inversión del gobierno y ayude a crecer no cuatro sino cinco por ciento.

Meade: Refinería y contratos incentivados

Sucede que en Energía, Meade podría desatorar, en primer lugar, el tema de la refinería de Tula, Hidalgo, donde parecería broma que después de más de un año, por fin quieran empezar a…¡¿bardear?!

En Energía los proyectos de inversión deben desatorarse ya. No sólo está la refinería, sino que se encuentran todos los temas de contratos incentivados donde el sector privado podría participar en los proyectos de exploración y explotación de Pemex, siempre bajo la coordinación de la paraestatal.

Allí Meade tiene una fuerte tarea, y debemos reconocerle que conoce de los proyectos y al haber sido funcionario público en la operación y cabildeo, puede desatorarlos.

Pérez-Jácome, carreteras, aviación y las tres “Ces”

En el caso de Comunicaciones y Transportes está muy clara la encomienda a Dionisio Pérez-Jácome: ir lo más rápido posible en la construcción de carreteras para llegar a las metas del Plan Nacional de Infraestructura.

Pero también acelerar el paso en los proyectos de inversión del sector aéreo, donde, por ejemplo, se encuentra el caso de Mexicana que sigue sin poder iniciar el vuelo, o del sector de telecomunicaciones, que aun en medio de tantos líos legales crece a dos dígitos y podría crecer mucho más con las famosas tres “Ces”: Convergencia, Competencia y Cobertura.

Pronósticos al alza en crecimiento

Por lo pronto, el Consejo Coordinador Empresarial está convencido de que si el gobierno acelera sus temas de proyectos de inversión y el de compras de gobierno, va a poder crecer mucho más. De hecho, los pronósticos al alza del crecimiento económico para la economía mexicana ya iniciaron: Banamex subió su pronóstico de 3.9 a 4.8%, y recién iniciado el año el secretario de Hacienda lo hizo de 3.9 a 4% y el Banco de México lo elevó de 3.2% a 4.2 por ciento.

Las perspectivas de crecimiento empiezan a mejorar, y vaya que es un buen dato en un tema que había venido siendo el verdadero dolor de cabeza de la economía mexicana, el no poder crecer bien.

Dicha expansión podrá consolidarse si hay acuerdos en el Congreso para sacar adelante las reformas en competencia, laboral, fiscal y educación.

OCDE no entiende subsidio a gasolina

El precio de la gasolina sube cada mes, a veces hasta dos veces por mes. Es una decisión del gobierno federal para emparejar los precios del combustible con los internacionales, ya que de por sí importamos 40% de gasolinas.

Pero el secretario general de la OCDE, el mexicano José Ángel Gurría, siendo claridoso y comparando México con las demás economías del mundo, señala que el subsidio a la gasolina no sólo es contaminante sino regresivo: se apoya a los más ricos que son quienes pueden utilizar más automóviles.

El ex secretario mexicano ha hecho un llamado al Congreso a sacar reformas en temas sobrediagnosticados como son el laboral, el de competencia y el fiscal.

¿De verdad los partidos políticos tienen la capacidad para ponerse de acuerdo en una reforma de gran calado? Hasta el momento no lo han hecho, y conste que debemos aprovechar la talla internacional de un mexicano que solamente coordina y compara las políticas económicas de los países del primer mundo.