Manuel Somoza

Inversión inteligente

Manuel Somoza

20 Ene, 2011

Inversiones en renta fija enfrentan un momento difícil

La semana pasada comentaba mi optimismo con relación a la economía mundial, a la norteamericana y concretamente a la mexicana; y por ende decía que veía muy claro que las Bolsas del mundo, en lo general, tenían una buena perspectiva de utilidades y cuando digo Bolsas, me refiero a las inversiones en acciones o índices accionarios; hago la aclaración porque en algunas Bolsas como la mexicana, se cotizan muchos otros valores, no nada más acciones.

También decía —y aquí quisiera aprovechar para hacer una corrección— que veía la inflación en Estados Unidos en 1.1% y la mexicana en 3.7%. Después de revisar estas cifras, decidí cambiar mis pronósticos hacia arriba; así que creo que la inflación en EU podrá llegar a 1.4% y la mexicana, desgraciadamente subirá a niveles de 4.2%. Hago el comentario porque al subir la estimación del crecimiento de los precios también tengo que corregir mis expectativas sobre cuándo la Reserva Federal y el Banco de México decidirán empezar a tener una política monetaria menos laxa; o lo que es lo mismo, cuándo empezarán a subir las tasas de interés en los respectivos países.

Debido al repunte que se espera en el crecimiento económico para EU, y la nueva estimación de inflación, probablemente la Reserva Federal tenga que subir la tasa de interés para finales de este año. Hace tan sólo dos meses, casi todos los analistas coincidían en que en EU las tasas permanecerían igual todo 2011 y una buena parte de 2012. En  México, creo que puede suceder lo mismo, pero aquí por tener más presión inflacionaria que en el país vecino, el incremento de la tasa se pudiera dar un poco antes. Cuando los mercados de renta fija esperan que las tasas de interés suban, se ponen peligrosos, porque esto quiere decir que los instrumentos para invertir en renta fija, en el caso de México —bonos, Cetes, etc.—, bajarán de precio, lo que dificulta enormemente las decisiones de inversión.

Cuando se espera una subida de tasas, lo lógico es invertir a plazos cortos para no tener que absorber pérdidas por la baja de precios de los instrumentos, y al mismo tiempo, aceptar rendimientos muy bajos. Invertir en instrumentos de renta fija a largo plazo, ante un proceso de alza de tasas de interés, podría causar pérdidas importantes de capital.

En un panorama como el que tenemos enfrente, ¿qué debe hacer el inversionista? Tiene varias alternativas: Una sería programar sus inversiones en renta fija por años, es decir invertir en bonos de tasa fija de uno a diez años, 10% en cada uno, de tal forma que cada año tenga el vencimiento de una parte de su inversión y vaya decidiendo si debe de seguir escalonándola, en caso de que la tasa no haya subido lo que tenía que subir; pero si el alza que se presume ya hubiera sido la esperada, entonces reprogramar esos vencimientos a plazos más largos.

Otra forma de enfrentar este panorama, es hacer inversiones en bonos de menor calidad crediticia. Ejemplo: si una inversión en bonos del gobierno mexicano a diez años de plazo, da a vencimiento un rendimiento de 7%, seguramente hay bonos de empresas privadas que paguen cerca de 9%; por supuesto esta alternativa es más riesgosa, y la única forma de disminuir esta situación, es no concentrar la inversión y tratar de diversificar al máximo posible poco monto por emisor.

Otra fórmula, que es la que yo he utilizado en casos como el que estamos viviendo, es invertir en bonos de Renta Fija de largo plazo pero durante periodos muy pequeños; es más, a veces, sólo por horas. Las tasas de interés independientemente de su tendencia, tienen variaciones diarias que no son perceptibles para los inversionistas individuales; sin embargo, quienes hacemos de este negocio (el de las tasas de interés) nuestro modus vivendi vemos cómo diariamente la tasa de interés de los bonos del gobierno mexicano, en sus plazos de dos a 30 años, se mueven no necesariamente en forma ordenada; sus cambios responden a que haya más o menos oferta o demanda de los títulos en distintos plazos, y esto nos permite estar diariamente buscando oportunidades para ganar dos o tres puntos base por transacción. Cuando uno gana tres centésimas de rendimiento en un bono de tasa fija a 10, 20 o 30 años de plazo, significa una ganancia anualizada enorme.

Por último, la recomendación es: dele su dinero a manejar a los profesionales que conoce y confía; y revise con ellos los resultados de su portafolio, en forma mensual. Si no comprende, pregunte; y si algo no le gusta, cambie su dinero a otra institución.

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