Callando bocas

Los muy simplistas consideran que el tema de la sucesión en la ABM se reduce a un capricho de Roberto González Barrera, quien odia a quien fuera su trabajador hasta hace dos años.

Esta versión que, convenientemente han propalado funcionarios de Banamex, Bancomer, HSBC y Santander, carece de lógica y sentido común.

Sólo sirve para tratar de distraer y considerar que no hay razones objetivas de fondo en la rebelión de “los bancos mexicanos”, quienes exigen que se respete el acuerdo tomado hace dos años según el cual el próximo presidente del gremio provendría de este subsector y los cuales simpatizan con Jaime Ruiz Sacristán. Veamos datos duros. ¿Realmente es creíble que uno de los más grandes empresarios del país esté preocupado por un trabajador a quien despidió hace dos años?

La mente de González Barrera se encuentra en este momento mucho más ocupada en adquirir una planta en Turquía para Gruma o mantener la expansión del grupo que en un ex trabajador. No debe olvidarse que este hombre ha dado pasos firmes para dejar la operación y concentrarse en temas de larga visión. En el banco nombró a Guillermo Ortiz, quien asumirá el cargo en marzo.

Sobre la sucesión de la ABM instruyó a Alejandro Valenzuela, quien está al frente del tema, a que se cumpla el acuerdo de hace dos años que implica que sea un banquero mexicano y el que podría ser es Ruiz Sacristán.

Como le informamos desde ayer no es un tema personal en contra de Peña sino de cualquiera que venga de la banca extranjera. Públicamente dicen que si el director de HSBC se postula para el siguiente periodo, ellos lo apoyarían. En esta elección, son firmes, tiene que ser un representante de la banca mexicana.

Es necesario que el grupo de bancos grandes, que tradicionalmente ha manejado la ABM, tome seriamente a los grupos opositores y sus demandas. Ha llegado el momento de reconocer la nueva realidad de la banca donde hay 41 miembros sumamente diversos.

Podemos adelantarle desde este momento que cuando Peña regrese de Londres podría declinar su candidatura.

Todo apunta a que podría mantener la vicepresidencia de la ABM Luis Niño de Rivera.

RENOMBRADOS

 Ayer CMA y Javier Lozano, por Twitter, festejaron los dos primeros vuelos de certificación de sus aviones con vistas a volver a operar en un lapso muy corto, dejando una estela de dudas.

Primero, por qué el secretario del Trabajo está tan contento por el regreso de aerolínea que, con el tamaño que quedó, es similar a Aviacsa, la que no ha recibido el mismo estímulo y porras por parte de un funcionario, quien dice estar motivado por la recuperación de los empleos en el sector y por la competencia aeronáutica.

Si el entusiasmo fuera parejo, entonces festejaría el regreso de Aviacsa y el anuncio de Interjet, hecho hace unos días, de que aumentaría su flota en 20 aviones.

Otra duda, quizá más relevante es, de dónde salió el dinero para hacer los vuelos de certificación. ¿Acaso que la ASA les volvió a “fiar” el combustible?

Sería imperdonable que Gilberto López Meyer, quien fue acusado por su jefe Humberto Treviño de ser responsable de que la autoridad mexicana hubiera sido degradada por la FAA, hubiera tomado esta decisión. Aviacsa primero mostró la cartera y luego hacer sus vuelos de certificación.

Hace unos días le comentábamos que Mexicana había logrado reunir algunos fondos de cuentas por cobrar, los cuales podrían ser utilziados para financiar estas certificaciones. El costo por hora de vuelo es de tres mil dólares y para lograr la certificación se requieren 30 horas, lo que da un total de 90 mil dólares por equipo (180 mil por los dos que despegaron ayer) y un total de 540 mil dólares para toda la flota de CMA.

Hay quienes dan como un hecho que PC Capital ya consiguió los recursos por la supuesta entrada de Germán Efromovich, propietario de Avianca-Taca. Es necesario dejar claros algunos puntos como el que este hombre, quien había mostrado interés en México al negociar en algún momento una alianza con Volaris, no podría tener más de 25% de CMA lo que limita su posiiblidad de aportar capital.

Es difícil de explicar porque algunos funcionarios siguen dando un trato preferencial a esa línea aérea. Hablan de la historia, este año cumplirán 90, o que llegó a tener ocho mil trabajadores; sin embargo, eso quedó atrás y ahora es una compañía más pequeña que Volaris o Interjet que han hecho un gran trabajo para aprovechar las oportunidades de mercado o de Aeroméxico que sigue consolidándose como una empresa sumamente sólida y que su administración ha sabido tomar decisiones correctas.

Es necesario que la política aeronáutica que deberá impulsar Dionisio Pérez-Jácome se haga bajo bases muchísimo más sólidas e igualitarias que un trato muy favorable hacia una compañía que fracasó bajo la administración pasada y que PC Capital de Arturo Barahona sólo levantará a penas con seis aviones.

El abandonado Mony de Swaan sigue usando equivocadamente el Twitter.

Dijo que la Cofetel no tiene capacidad técnica para dar una grabación de la sesión extraordinaria en la cual se determinó como ganador a Nextel en la licitación 21 ante la exigencia del IFAI de saber, a nombre de los ciudadanos, qué pasó en esa licitación y cuáles fueron las razones del voto negativo del comisionado Rafael del Villar.