Gerardo Aparicio

Gerardo Aparicio

14 Feb, 2011

Mirar hacia afuera

De acuerdo con una encuesta elaborada por la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra), 44.8% de los empresarios mexicanos considera que faltan fuentes de financiamiento.

La dificultad de conseguir un crédito para el apoyo del capital de trabajo o bien para el establecimiento de un negocio es algo que, como empresarios, nos debe forzar a buscarlo dentro o fuera del país y aquí tendríamos que revisar cómo poder apalancarnos con las diversas fuentes de financiamiento que nos ofrece el comercio internacional.

Este tipo de préstamos no difiere mucho de los prestamos domésticos, puesto que los productores deben financiar todo el proceso de la compañía como es la producción y el inventario y después las ventas por cobrar. Generalmente las transacciones internacionales se llevan a cabo en moneda extranjera, por lo cual se asume un riesgo cambiario, mismo riesgo que se puede evitar haciendo uso del mercado de futuros.

En México sería sumamente productivo educar a las pymes a utilizar este tipo de servicios que ofrece la banca y por otro lado hay que concientizar a la banca de los costos que estos servicios tienen para el público, puesto que, aunque generalmente este tipo de créditos están respaldados por instituciones en el extranjero, el costo de los contratos tanto del préstamo como de los del mercado de derivados tiende a ser muy alto y no entra en la posibilidad de las empresas mexicanas.

La técnica más conocida de financiamiento internacional es la carta de crédito que sustituye la reputación y capacidad crediticia de un cliente por el banco que la otorga, así un vendedor puede estar seguro de recibir el pago de un comprador extranjero. Por otro lado, al igual que en el mercado doméstico, se pueden tener líneas de crédito garantizadas principalmente con inventarios y cuentas por cobrar.

Existen diversas instituciones que ofrecen estos servicios en México, tanto privadas como públicas. Dentro de las instituciones públicas encontramos a Bancomext y a Nafin. El primero ofrece distintos esquemas como son el Crediexporta en sus diversas modalidades (capital de trabajo, aval, garantía y proyectos de inversión), Crédito Comprador y Pyme Exporta, la cual es un crédito al capital de trabajo diseñado para cumplir con las necesidades de la misma.

Del otro lado de las instituciones financieras tenemos a Nafin, que ofrece líneas de mediano y largo plazos con tasa de interés preferencial.

Catedrático de la Universidad Panamericana*