Hiroshi Takahashi

Hiroshi Takahashi

11 Abr, 2011

Un videojuego para cazar migrantes

Ground Truth es una plataforma que sus creadores presentaron en 2007 como una herramienta de entrenamiento para desastres. Es una especie de videojuego que simula la realidad y entre sus problemas a resolver están amenazas nucleares, armas de destrucción masiva, colapso de comunicaciones y accidentes químicos.

Por el contenido y sus escenarios, la complejidad de los asuntos a resolver y la fuerte carga de mensajes explícitos —las llamadas del 11-S, por ejemplo—, se vendería para mayores de 18 años en los centros comerciales.

Pero no es una historia que se puede conseguir en un disco lista para correrse en una consola comercial o en una potente máquina de escritorio. Se trata de un desarrollo de Sandia National Laboratories, una subsidiaria de Lockheed Martin Corporation, para el departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos —DHS, por sus siglas en inglés—. “Que protege a la nación contra ataques terroristas con la coordinación de los cuerpos de defensa del país. Ofrece servicios de ciudadanía y de inmigración”.

El juego de 2007 parececía gráficamente una copia de juego de Xbox, de esos que presentan a un personaje corriendo por una gran ciudad, tratando de apagar fuegos por doquier. Las ciudades de EU aparecían casi idénticas en las pantallas. Impresionó a los generales y altos mandos del ejército que tenían que utilizar esta tecnología para practicar respuestas en caso de emergencia, para saber cómo actuar y estar preparados para crisis o amenazas.

Esta plataforma los prepara desde entonces para desactivar amenazas y lidiar con situaciones extremas, sin necesidad de poner en peligro a la población o de generar temor al realizar un simulacro en tiempo real en cualquier punto del país.

Les cuento todo lo anterior porque Sandia, cuyas oficinas principales están en Albuquerque, Nuevo México, y en Livermore, California, presentó The Borders High Level Model (HLM). Traducción: un videojuego que sirve para entrenar agentes de EU que se dedican a proteger la frontera sur de inmigrantes ilegales.

“Aprendimos que los agentes de la patrulla fronteriza y tomadores de decisiones de la CBP (Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza) necesitaban una herramienta que les ofreciera un escenario común de los problemas que enfrentan”, dice Jason Reinhardt, administrador del proyecto de Sandia. “Con nuestro modelo, ellos pueden jugar en varios escenarios y ver cómo la gente, la tecnología y otros elementos interactúan. Entonces, después, pueden regresar y hacer un análisis de base, y profundizar en los detalles y en por qué las arquitecturas y soluciones no están funcionando como debieran”.

El videojuego está montado en una pantalla que asemeja una mesa, en donde se reproduce como si fuera un mapa satelital toda la frontera, o fragmentos de ella. Ahí se puede ir acomodando a los guardias encargados de vigilar que nadie pase sin permiso, mandar helicópteros, policías a caballo, camionetas o bicicletas. Es un juego de estrategia que tiene como principal enemigo a esos pobres sujetos que tratan de buscar una vida mejor en el norte. Son vistos como “cuerpos” u objetivos. Como logros en una gran pantalla que hace ver todo el problema como un juego de computadora. La idea, dicen los creadores de este simulador, es llevar esta tecnología a la realidad, es decir, que la vigilancia pueda ser así de completa desde una oficina. (http:www.youtube.com/watchv=SQY9nR5s3do) Y claro, evitar que más ilegales entren a Estados Unidos.

Rabbit Hole

*** Chirs Capossela es el nuevo encargado de marketing de Microsoft. Hace unos años platiqué con él en Nueva York, un tipo agradable y amante de su compañía, en la que tiene más de dos décadas laborando. Platicamos en algún receso de alguna conferencia de prensa de la firma. Me pareció un sujeto sincero, sencillo, muy al estilo de Bill Gates. Era el encargado de vender Office, ese programa que sigue siendo indispensable en la mayoría de los hogares y oficinas de este planeta. En esa ocasión, me refiero a cuando nos tomamos un café, me contó que le ayudaba a Gates con sus discursos y que conocía muy bien el mercado mexicano. *** Thomas Lee, el coreano estadunidense, está a cargo de la Oficina de Tecnología y Microsistemas de la DARPA. Es el ganador del HO-AM prize 2011, es decir, el equivalente al premio Nobel de ingeniería en la República de Corea.

hiroshi.takahashi@nuevoexcelsior.com.mx y @takaink