Marco Gonsen

Memoria Flash

Marco Gonsen

26 Dic, 2011

Pioneros

Los fines de año suelen ser épocas de corte de caja y prospectiva. Son días de reflexión, pero, sobre todo, de sequía informativa. En los últimos días del año, los medios de comunicación de todo el mundo elaboran resúmenes y recuentos con lo más destacado del periodo que termina, en los que están incluidos los obituarios. Un ejercicio alterno, mucho más lúdico y divertido, consiste en adivinar qué hechos ocurrirán en el año que comienza. Este último recurso está cada vez más en desuso, al menos en la prensa y los medios electrónicos. Sin embargo, buena parte de estas tradiciones han sido rescatadas por el periodismo enfocado a la tecnología, incluyendo su pizca de creatividad.

En el primer caso, el sitio especializado Mashable se dio a la tarea de recordar que el mundo de la cibernética no sólo perdió en 2011 a Steve Jobs. Es claro que la muerte del cofundador de Apple opacó prácticamente cualquier otra nota surgida en el sector. Sin embargo, la referida página web logró recopilar los nombres de otras 12 luminarias fallecidas en los últimos 12 meses, a las cuales mucho debe la computación tal y como hoy la entendemos.

En el orden cronológico de sus respectivos decesos, Mashable recuerda que este año vimos partir a Ken Olsen, pionero de la industria desde su compañía Digital Equipment Corporation (DEC), fundada en 1957 y creadora de un modelo de ordenador a medio camino entre los grandes armatostes —que ocupaban el espacio de habitaciones enteras— a las PC de nuestros días. Casi como casualidad, la segunda en la lista es Jean Bartik, la última mujer sobreviviente del grupo de programadores que dio vida a la ENIAC, monstruo utilizado por el ejército estadunidense, al que se considera como la primera computadora moderna.

También se despidieron los padres de la música digital y del e-book, Max Mathews y Michael Hart, respectivamente. El primero fue un ingeniero que desarrolló un software para crear sonidos electrónicos, mientras que Hart pasó a la historia por promover en los años 70 el proyecto Gutenberg, que convirtió a formato electrónico miles de libros de dominio público para su consulta gratuita.

Silicon Valley debe mucho de su fama actual a personajes como el fallecido Julius Blank, cofundador de la primera compañía dedicada a la fabricación de circuitos integrados, los hoy famosos chips. Dennis Ritchie, pieza vital en el desarrollo del sistema operativo Unix y creador del lenguaje de programación C murió unos días después que Steve Jobs. Y un par de semanas después ocurrió el deceso de John McCarthy, de quien todo el mundo recordó que fue el primero en acuñar el término “inteligencia artificial”, sin aludir a la ciencia ficción.

En el extremo opuesto, Mashable lanzó también su lista de predicciones “locas” para 2012, que no consideran, desde luego, el fin del mundo atribuido popularmente a las profecías mayas. Cualquiera diría que no se necesita diciembre para dar pronósticos en apariencia absurdos; que es el pan de cada día en los sitios y blogs de información tecnológica. Por ello no deja de llamar la atención que, entre la prospectiva para el próximo ciclo, se incluyan pronósticos impensables como la posible adquisición del sitio Digg por parte de Facebook, que Google añadirá el signo + a su buscador y que Apple no lanzará ni iPhone 5 ni iPad 3, sino una especie de mezcla de ambos.

No le va tan bien a la compañía de la manzana en las predicciones que, con el calificativo de “las más sorprendentes”, lanza desde Londres el banco de inversión danés Saxo, el cual prevé una caída de 50 por ciento en las acciones de la firma de Cupertino desde su máximo de este año, principalmente por la competencia que enfrentarán sus productos más innovadores y, sobre todo, porque ya no está Steve Jobs, cuyo calvario siempre fue lidiar con las proyecciones sobre su empresa, que siempre se lanzaron desde la web. Nadar contra corriente siempre ha sido uno de los imponderables de ser pionero. No parece que 2012 vaya a constituir una excepción.

marco.gonsen@gmail.com