Marco Gonsen

Memoria Flash

Marco Gonsen

20 Feb, 2012

Felinos

El próximo viernes se cumplirán seis meses de que Tim Cook tomó las riendas de Apple tras el retiro definitivo de Steve Jobs, quien falleció semanas después. En este lapso, el CEO de la empresa tecnológica mejor valuada del mundo ha dejado ver su estilo, con un perfil muchísimo más discreto, menos centrado en su persona, más en las bondades del producto. Sin la espectacularidad de las conferencias de amplia resonancia mediática, más confiado en la viralidad de las redes sociales. Quizá más acorde con una firma que dejó de ser el irreverente David para convertirse en un nuevo y poderoso Goliath, representante de un nuevo establishment computacional.

Parafraseando el título de una célebre película de Ang Lee, detrás de un tigre agazapado se esconde un dragón que sigue lanzando fuego.

El anuncio —el pasado jueves— del lanzamiento del nuevo sistema operativo Mountain Lion corresponde a una estrategia consistente, cuyos primeros rasgos aparecieron durante la presentación del iPhone 4S, el pasado 4 de octubre. Cook apagó todas las ilusiones respecto de un dispositivo radicalmente revolucionario. El hecho de que no se le denominara “5” incluso decepcionó a quienes vieron en el guarismo una especie de talismán. Llovieron muestras de decepción en blogs especializados y foros, sobre todo porque el nuevo modelo sólo significó una actualización lejana de las expectativas más cercanas a la ciencia ficción que al uso cotidiano.

No extrañó así que la conferencia sobre el iPhone 4S se caracterizara por una muy cuidada mesura, contraria al entusiasmo contagioso que emanaba de las conferencias de Jobs. Carente de todo protagonismo, la figura de Cook fue eclipsada por la terrible noticia del deceso de su predecesor y maestro, al día siguiente. Sin embargo, contra todas las previsiones pesimistas, el iPhone 4S volvió a convocar a los eternos fieles que se forman con días de anticipación en las tiendas de Apple para ser los primeros en gozar la nueva invención. El éxito de ventas posterior es historia ya conocida.

Terminó 2011 y ya transcurrió mes y medio de 2012 sin que hubiera algún gran acto como los que estábamos acostumbrados a esperar desde las legendarias convenciones de MacWorld hasta las últimas keynotes de Jobs. Lo cual no significa que la manzana haya dejado de girar. El 19 de enero, el museo Guggenheim, de Nueva York, fue testigo de la puesta en marcha de dos proyectos largamente acariciados por el fundador de Apple: iBook2 y iTunesU. El primero es una aplicación de libros de texto interactivos, que brinda una nueva dimensión a la lectura con la incorporación de contenidos multimedia como videos y gráficos animados que facilitan la comprensión de temas complejos, sobre todo en ciencias naturales (aparejado a este lanzamiento surgió también el programa iBooks author, que permite a cualquier usuario escribir y diseñar su propio libro para iPad).

El segundo permite descargar cursos y materiales didácticos avalados por universidades de prestigio. Con estas plataformas, la palabra “educación” se convirtió en uno de los motores de la generación de contenidos en los dispositivos de Apple, como alguna vez soñó su creador.

Con todo y la trascendencia de estos productos, era entendible la escasa exposición mediática con la que fueron difundidos. No es el caso de Mountain Lion, que dista de ser una mera actualización de Lion, último representante del exitoso sistema operativo MacOs X que mostró las garras apenas en julio del año pasado, siguiendo la tradición de sus predecesores Cheetah, Puma, Jaguar, Panther, Tiger, Leopard y Snow Leopard.

La incorporación de características del sistema iOs 5 de los dispositivos móviles a las computadoras de escritorio amaga con transformarlas por completo. Parece un desafío difícil de superar para el también esperado Windows 8, que Microsoft lanzará este año en el único campo donde sigue manteniendo hegemonía.

Al optar por un simple comunicado para anunciar al nuevo felino, Tim Cook cambia el rugir por un leve gruñido para empezar a marcar territorio. Quedó atrás la imagen del lindo gatito que enfrenta al Rey de la Selva. La guerra de zarpazos está por llegar.

marco.gonsen@nuevoexcelsior.com.mx