Manuel Somoza

Inversión inteligente

Manuel Somoza

8 Mar, 2012

Vulnerabilidad de los mercados

A lo largo de estas columnas he tratado de compartir con los lectores mi visión sobre el futuro de los mercados en el presente año, y he manifestado un optimismo moderado; sin embargo, de la misma manera, he resaltado que el panorama hacia adelante no está libre de riesgos; éstos, como traté de expresarlo la semana pasada, ocupan preponderancia en función de las circunstancias especiales que se van sucediendo.

El martes de esta semana, tanto el mercado mexicano como los mercados internacionales tuvieron su primer retroceso importante; las Bolsas europeas descendieron alrededor de 2%, en tanto que las americanas tuvieron un comportamiento negativo de 1.5% promedio. La Bolsa Mexicana de Valores sufrió una baja de 1.7%. La razón de estos movimientos resulta muy difícil atribuirla a algún factor en específico; desde mi óptica, los mercados requerían de pretextos para tener un ajuste en virtud de las enormes ganancias obtenidas en los dos primeros meses del año.

Algunos analistas arguyeron que una de las causas había sido que Europa anunció un decrecimiento de 0.3% en el cuarto trimestre del 2011. Francamente esta excusa no explica lo sucedido ya que nadie esperaba crecimiento en Europa; es más, aun hoy día los pronósticos son que los datos del primer trimestre de 2012, para ese continente, sigan siendo negativos debido a que Europa está entrando a una recesión que, como ya se ha comentado, casi todos coinciden en que será leve, lo que habla de decrecimientos inferiores a uno por ciento.

Otra razón dada para explicar la baja de los mercados fue que el gobierno chino había anunciado que su PIB se incrementaría a tasas anuales de 7.5% en los siguientes cinco años, con objeto de mantener una economía en movimiento, pero sin alentar a la inflación.

Hace cinco años el gobierno chino dio a conocer que el desarrollo de su economía sería de 8% por año (de 2006 a 2011), la realidad fue que en ese periodo el PIB de China creció en promedio 10.5% por año. En mi análisis yo creo que los chinos van a crecer en los subsecuentes cinco años, al 8% cuando menos; lo cual en términos de porcentaje será menor al de los pasados cinco años, aunque es importante reconocer que no se puede crecer a la misma tasa en un país que en los últimos ocho años ha duplicado el tamaño de su economía. Si en lugar de ver porcentajes, uno viera los crecimientos en números absolutos, se daría cuenta de que éstos son enormes; por esa razón tampoco creo que eso esclareciera la retracción de los mercados.

Algunos otros analistas indicaron que lo sucedido el martes fue producto de que no se ponían de acuerdo los inversionistas privados, en relación al swap de bonos que se está llevando a cabo sobre la deuda griega. Tampoco creo que esta razón explique muchas cosas ya que todos sabemos que este swap implica un proceso, pero al final casi todo el mundo coincide en que se llevará a cabo tal y como se anunció.

La conclusión de tanta explicación es que lo sucedido al mercado el martes no es otra cosa más que una toma de utilidades sana a todas luces, ya que los mercados no pueden crecer en línea recta a la velocidad que les vimos en enero y febrero. El día de ayer hubo una recuperación parcial, pero no descarto nuevos ajustes. Algo que puede definir el rumbo, cuando menos para el mes de marzo, será el dato de la nómina no agrícola que se publicará mañana. Mi expectativa hacia diciembre sigue siendo favorable, tanto para las Bolsas –sobre todo para las emergentes y norteamericanas– como para el peso, que seguirá buscando los 12.80 por dólar.

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