Marco Gonsen

Memoria Flash

Marco Gonsen

16 Abr, 2012

Ventanas

El año pasado tuve la oportunidad de conocer una Microsoft Store, la ubicada en el centro comercial Fashion Valley, en San Diego, California. Confieso que me sorprendió para bien. Es un local amigable, con espacios bien distribuidos y correctamente iluminados, en los que destacaba el área dedicada al Xbox y al Kinect, quizá los únicos productos de la compañía fundada por Bill Gates que pueden presumir de contar con fanáticos, más que con usuarios.

Desde luego, con todo y una bien desarrollada estrategia para diferenciarse de la tienda de Apple ubicada a unos cuantos metros dentro del mismo mall, era inevitable la comparación, sobre todo en el número de clientes potenciales congregados en cada uno de los respectivos locales. En otras épocas, en las que el dominio de la firma de Redmond era abrumador, a nadie se le habría ocurrido siquiera la idea de instalar un modelo de retail como el que hizo famoso la marca de la manzana. La confrontación en el mismo espacio geográfico demostró que la venta minorista no es todavía el fuerte de Microsoft. Evocó irremediablemente el fallido intento del Zune para nulificar al iPod.

En cualquier caso, se trata de un problema de timing: una buena idea ejecutada no precisamente en el mejor momento. Algo similar ocurre en lo mediático: aunque los pasos de Microsoft suelen generar expectación —sobre todo las actualizaciones en el sistema operativo Windows—, no han gozado a últimas fechas de una cobertura acorde con su poderío.

Un ejemplo de esta situación ocurrió justo la semana pasada: el lunes 9, la firma que encabeza Steve Ballmer llegó a un acuerdo con AOL Inc. (la antigua America On Line) por mil 100 millones de dólares para la adquisición de más de un millar de patentes relacionados con mecanismos básicos para el funcionamiento de Internet, como son correo electrónico, posicionamiento preferente en motores de búsqueda, navegadores y sistemas de chat, entre otros.

La operación se trata, como apuntó una nota de The Wall Street Journal
Americas
en su edición digital, de una estrategia de largo aliento para hacer frente a una guerra de demandas en materia de propiedad intelectual, sobre todo en un escenario de competencia feroz en aplicaciones para móviles; por esa razón pagó por las patentes, según fuentes citadas por la publicación neoyorquina, casi cuatro veces el valor calculado por analistas, cercano a los 300 millones de dólares.

Pese al monto y la trascendencia de la operación, la noticia pasó inadvertida en medio de la bomba informativa que significó la adquisición de la aplicación móvil Instagram por parte de Facebook en mil millones de dólares, acontecimiento que trepó incluso a las primeras planas y notas principales de la más influyente prensa estadunidense.

En teoría, Microsoft debe regresar al centro de la atención en cuanto se libere Windows 8; como ya se anunció en el Mobile World Congress de Barcelona de finales de febrero, esta plataforma experimenta su modificación más radical al incluir la interfaz Metro, similar a la que utiliza para teléfonos móviles y que sería su arma secreta para dar la batalla en el cada vez más competido mercado de las tablets. El problema es que aún no se sabe ni siquiera una fecha aproximada de cuándo estará definitivamente a disposición de los usuarios.

En ese contexto, de nuevo le están comiendo el mandado: la firma Splashtop acaba de poner a la venta en la App Store una aplicación que ya permite recrear la experiencia de Metro en el iPad. Se trata de Win8 Metro Testbed y arrancó con un costo inicial de promoción de 300 pesos, que se prevé aumente en los próximos días.  Para su funcionamiento, requiere vincularse con una PC que tenga instalada una versión preliminar de Windows 8. Por el momento no ofrece una utilidad práctica real para usuarios comunes, sino simplemente mostrar cómo operará el nuevo sistema de Microsoft en una tablet. Por ello su target está enfocado a los desarrolladores.

Si lo que se aprecia en el video promocional de Win8 Metro Testbed es real, Microsoft habrá perdido al menos el factor sorpresa, si es que para la promoción de su nuevo sistema operativo pensaba echar la casa por la ventana.

marco.gonsen@nuevoexcelsior.com.mx