Manuel Somoza

Inversión inteligente

Manuel Somoza

3 May, 2012

Cómo interpretar los comunicados de la Reserva Federal y del Banco de México

La semana pasada la Reserva Federal y el Banco de México dieron su comunicado a los mercados sobre su posición en relación a las tasas de interés. La Reserva Federal mantuvo la tasa de referencia entre 0% y 0.25%, o sea la conservó sin cambio y dejó ver, como lo ha hecho en comunicados anteriores, que está preparada para actuar inyectando dinero a los mercados si las condiciones lo ameritan; la verdad, de las minutas de la Reserva Federal se desprende que existen opiniones divididas en relación a este tema.

Hay quienes piensan (como Bernanke) que es posible que se requieran estímulos adicionales, por ejemplo: Un “quantitative easing # 3” para mantener a la economía creciendo y fortalecer la creación de empleos; sin embargo otros, como el presidente de la Reserva de Atlanta (Dennis Lockhart) opina que los datos económicos son suficientemente buenos y por lo tanto la economía no requiere de apoyos adicionales, además, estas medidas –de inyectar dinero a la economía echando a andar la maquinita del dinero para comprar bonos– puede crear burbujas inflacionarias que a todas luces resultarían nocivas en el crecimiento de mediano y largo plazos.

Así las cosas, se ve difícil que en el corto plazo se implemente un nuevo QE3, toda vez que los datos económicos sobre la economía norteamericana siguen siendo razonablemente buenos. Lo que sí parece claro es que la tasa de referencia se tratará de mantener en niveles similares a los actuales hasta finales de 2014.

Por lo que se refiere al Banco de México, en su comunicado del viernes pasado, se acabó con la especulación de si bajar o no las tasas. Tal y como en esta columna lo dijimos, Banco de México decidió no mover la tasa de referencia que actualmente se encuentra en 4.5 por ciento.

Desde mi punto de vista la decisión fue adecuada ya que 0.25 de punto, más o menos, no tendrá un efecto definitivo en el crecimiento económico que, por cierto, va mejor de lo esperado, y pudiéramos terminar con un incremento en el PIB de 4 por ciento, aunque sí crearía volatilidad en el tipo de cambio.

Aquellos que esperaban que Banxico bajara la tasa el viernes pasado, provocaron que la cotización peso/dólar llegar a tocar niveles de 13.25 pesos; una vez conocida la decisión del banco central, el peso se apreció y volvió a romper la barrera de los 13.00 hacia abajo llegando a tocar 12.93 pesos por dólar.

Salvo que la economía en Estados Unidos sufra un cambio dramático, tanto hacia arriba como hacia abajo, yo creo que la Reserva Federal no hará permutas importantes a su política monetaria, y ésta seguirá siendo expansiva sin llegar a implementar el estímulo monetario adicional que significaría un QE3.

Algo que habrá que seguir de cerca, porque será clave para la toma de decisiones de la junta de gobierno de la Reserva Federal, son las cifras de empleo que por cierto se anunciarán el próximo viernes.

En el caso de Banco de México, me parecería inusual que cambiara la política monetaria actual sin que la Reserva Federal haga lo propio. El mantener los diferenciales que tenemos hoy entre pesos y dólares nos da la posibilidad de seguir recibiendo flujos de capital, que no son tan voluminosos como para que el peso se aprecie significativamente sobre los niveles actuales; si esto último sucediera, ese sería el momento de bajar la tasa.

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