Sindicato, un tema ¿menor? en reforma

La auditoría fiscal en las organizaciones sindicales traería grandes beneficios en la transparencia y destino de los recursos, se vigilaría el pago de impuestos de las personas físicas que laboran para los sindicatos (puestos de elección o contractuales), lo que mejoraría el cumplimiento de las disposiciones hacendarias.

La negativa de reelección en cualquier puesto de la dirigencia constituiría una sana medida en el desarrollo y progreso, posibilitando el ascenso de los cuadros inferiores y la democracia sindical.

Puntos sencillos establecidos en la ley laboral para los sindicatos, que simplemente se han quedado en papel, de ahí la cuestión es si en la reforma laboral que se espera entre a negociación en septiembre será posible que este tema sea detallado y se pueda hacer valer lo ya planteado.

El avance más significativo del sindicalismo ha sido el progreso constante y permanente de sus dirigentes sindicales en el ámbito político, económico y fiscal, a costa del sacrificio de sus bases, desarrollo de la organización y vulneración de los estatutos con reelecciones frecuentes.

La ausencia de un verdadero movimiento obrero, que se caracteriza por su sumisión a sus dirigencias, ha sido el gran ausente.

Los tres sindicatos que han tenido avances o algunas modificaciones en los últimos diez años han sido los de las paraestatales, que se han distinguido por sus beneficios contractuales más allá de las posibilidades reales de cada empresa, provocando su desaparición (FFCC, SME) o números rojos como a la CFE, IMSS y Pemex.

Sin embargo, el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) constituye la organización laboral de mayor número de miembros en América Latina (un millón 350 mil trabajadores) y sus avances económicos, políticos y sociales son inimaginables, y su carácter político supera al resto.

Los sindicatos que más retrasos han tenido son: Sindicato Mexicano de Electricistas, Sindicato de Ferrocarriles Nacionales de México; Sindicato Nacional de Trabajadores, Mineros, Metalúrgicos y Similares de la República Mexicana. Siendo la reacción estatal el advertir la inconformidad del público consumidor en los altos precios de los productos, derivados de los incrementos contractuales en las prestaciones laborales, con altos subsidios sin fundamentación económica, los factores que más han influido en su pasividad.

El especialista en el tema Hugo Ítalo Morales asegura que “debe advertirse que en todos los casos mencionados, con excepción del Sindicato Nacional de Trabajadores, Mineros, Metalúrgicos y Similares de la República Mexicana, se organizaron dentro de empresas estatales, en las cuales sus funcionarios públicos cuidaron su imagen política, a costa del deterioro de la paraestatal con resultados altamente negativos, que se advirtieron muchos años después de estos errores”.