Marielena Vega

Estrategia de negocios

Marielena Vega

21 Ago, 2012

Costo-país, por sindicalismo

¿Se pierden o se invierten mil millones de pesos por mantener el sistema sindical actual en el territorio nacional?

La realidad es que la ausencia de recaudación fiscal del sector sindical, vía la Ley Federal del Trabajo que data de 1931, por considerarse una figura diferenciada exenta de impuestos, resulta onerosa para el país.

Situación nada común a escala internacional, aunque en la mayoría de los casos se tienen algunas consideraciones con el sindicato para impedir su desaparición, aunque no tan grande como en México.

Es una realidad que al sindicalismo no se le debe tratar como si fuera una empresa, pero los ingresos que no provengan de cuotas sindicales o prestaciones contractuales deben gravarse.

El costo de llevarse a cabo un sistema como el que se maneja, representa muy alta la omisión de pago de impuestos de los miembros de la dirigencia de los sindicatos, así como del personal contractual, cuyos montos ascienden a miles de millones de pesos.

Cabe mencionar que la omisión de impuestos, las cuotas que se fijan a las empresas y los costos de las revisiones de los Contratos Colectivos de Trabajo generan grandes beneficios a la organización sindical.

No hay que olvidar que dichos costos se dan a partir de la primera Legislación Estatal del Trabajo en 1912, posteriores, y Leyes Federales del Trabajo de
1931 y 1970.

Por supuesto, no es igual en todos los países. En economías desarrolladas todo costo es planeado, negociado y con pago de impuestos.

Considero que debería reducirse a su mínima expresión, conforme las reglas anteriores.

Una de las grandes promesas es que en septiembre se reforme en el Congreso la ley laboral y que ahora sí salga adelante, aunque la realidad es que esta frase la hemos escuchado mucho.

De ser así, uno de los apartados que tendrá que revisarse y tener modificaciones en pro del sector laboral, empresarial y el costo-país es el sindical.

En fin, ojalá que todo ello se haga una realidad, pues si bien es cierto que la desaparición a 100% de las figuras exentas de impuestos es un tema por demás polémico y cuyo costo político difícilmente se querrá asumir, también es cierto que se necesita hacer una limpieza en este sector laboral, a fin de que se elimine la aparición de líderes inamovibles que se traduzca en irregularidades como la vivida en el sector minero, con Napoleón Gómez Urrutia o bien, aparezcan varios Segundos García Hinojosa, el “rey coyote”, donde las ilegalidades están a la orden del día e incluso con apoyo de algunos personajes de las Juntas de Conciliación de Arbitraje locales y federal, en complicidad con algunos magistrados de los Tribunales Colegiados en materia del trabajo.

Además de frenar o limpiar las irregularidades que ha detectado el SAT, al mando de Alfredo Gutiérrez, de triangulación de ingresos.