Maricarmen Cortés

Desde el piso de remates

Maricarmen Cortés

14 Sep, 2012

AMIB: ¿KO a CNBV?

Si fuera una pelea de box, la Asociación Mexicana de Intermediarios Bursátiles (AMIB), que encabeza José Mendez Fabre, definitivamente iría ganando después del golpe que —a través de la Comisión Federal de Mejora Regulatoria (Cofemer)— le conectó a la Comisión Nacional Bancaria y de Valore (CNBV), que preside Guillermo Babatz.

Estamos hablando de la batalla que libra la CNBV en contra de los intermediarios financieros por la regulación para la venta de valores al público, un tema que en verdad preocupa a Babatz en lo personal, quien considera que no hay en México sanas prácticas en las casas de bolsa, bancos y sociedades de inversión, ni de asesoría ni de promoción y venta de valores a la clientela.

Critica por ejemplo, que no se realice un perfil de cada cliente para que su portafolio de inversión esté realmente adecuado a su edad, ingresos y expectativa de riego; que las prácticas de las casas de bolsa mexicanas estén alejadas de estándares internacionales, y su mayor queja es el conflicto de interés que hay en éstas y bancos que venden a su propia clientela la mayor parte de los valores de las emisiones en las que participan como colocadores, sin advertirles de los riesgos.

Babatz insiste en poner topes sobre el monto máximo de una oferta que un intermediario colocador puede vender a su clientela.

Durante cerca de dos años las reglas para las prácticas de venta de valores se negociaron con la AMIB y sin llegar a un acuerdo, la CNBV envió a la Cofemer las nuevas disposiciones a fines de julio pasado.

El round contra la CNBV se registró hace un mes con la respuesta de la Cofemer, que recoge todas las críticas de la AMIB y obliga a la Comisión —a través, desde luego de la SHCP— a justificar plenamente el reglamento ante el temor de que la mayor carga administrativa se traduzca en un alza en las comisiones de compra-venta de valores al público, en un obstáculo para el desarrollo del mercado; y un estímulo para realizar operaciones en el extranjero.

La Cofemer pide justificar que el beneficio es mayor al costo, que presente número de quejas y sanciones aplicadas en los últimos años derivadas de posibles conflictos de interés y de malas prácticas de venta, y que evalúe programas de autorregulación.

Considera que la CNBV debe realizar una mayor labor para la inclusión financiera e información sobre productos financieros que considere riesgosos. Se queja también como insiste AMIB, que sí genera inequidad porque deja afuera a asesores independientes, y a promotores de aseguradoras, afores y administradores de planes de pensión.

Señala que sí habrá costos porque entre otras innovaciones los intermediaros tendrán que elaborar un perfil de cada cliente, elaborar una guía de servicios de inversión e integrar un comité responsable del análisis de los productos financieros.

No es sin embargó un knockout. La CNBV trabaja ya en la nueva propuesta de reglamento y Babatz confía en que las nuevas disposiciones entren en vigor antes de que concluya el sexenio.

¿Romperá Peña Nieto Club de Toby en Banxico?

El presidente Felipe Calderón no tuvo una, sino tres oportunidades de romper el Club de Toby en el Banco de México y no lo hizo.

Entre las muchas decisiones que deberá tomar Enrique Peña Nieto, ya sentado en la silla presidencial en diciembre próximo, será si reelige o no a José Julián Sidaoui Dib como subgobernador del banco central. Es la primera oportunidad, que no la única que tendrá el nuevo jefe del Ejecutivo para hacer cambios en la Junta de Gobierno de Banxico y, a diferencia de Calderón que tuvo que nombrar nuevos subgobernadores porque los anteriores no podían reelegirse porque tenían ya más de 65 años, en el caso de Sidaoui cumplirá 59 años este mes, por lo que sí podría ser reelecto.

Sin embargo, es muy factible que Peña Nieto aproveche la oportunidad para realizar el primer nombramiento en Banxico y más aún considerando que el corazón de Agustín Carstens está en presidir el FMI cuando termine el periodo de cinco años de Christine Lagarde.

Y sí, ya sé que habrá quien me critique por mi tenacidad de promover equidad de género en el sector financiero y empresarial, pero lo seguiré haciendo.