Manuel Somoza

Inversión inteligente

Manuel Somoza

20 Sep, 2012

Qué sigue para los mercados

Las dos semanas pasadas fueron determinantes en el rumbo de los mercados financieros del mundo, los elementos que los impulsaron fueron los siguientes: en primer lugar, la decisión del Banco Central Europeo de comprar cantidades ilimitadas de bonos soberanos de los países emproblemados en Europa (España e Italia) hasta tres años de plazo, con la condición de que las naciones mencionadas soliciten al BCE el ser rescatadas y con ello comprometerse a cumplir con los términos que dicho mandato pudiera implicar.

En segundo lugar, la solución en sentido positivo que la Suprema Corte alemana dio sobre la constitucionalidad de que ese país participara en el fondo de rescate europeo y por último, el jueves pasado la decisión de Ben Bernanke, en el sentido de implementar un QE3 (Quantitative Easing) muy agresivo que implicará comprar 40 mil millones de dólares mensuales de bonos que tengan garantía hipotecaria, operación que durará tantos meses como sea necesario; pero además de lo anterior, confirmó que seguirá invirtiendo el producto de intereses y amortizaciones de la cartera en su balance, que debe de sumar casi 2.5 trillones de dólares.

Ante tales noticias los mercados reaccionaron fuertemente al alza y están muy cerca de alcanzar los máximos logrados en 2007. Lo que hoy resulta determinante es ver qué sigue, ya que hasta ahora todas estas buenas noticias no se han implementado; por ejemplo, el gobierno español y el italiano no quieren solicitar el rescate antes mencionado, hasta haber negociado condiciones que no impliquen que los sacrificios actuales a los que se han comprometido se incrementen. 

En el caso de la decisión de la Corte alemana, la noticia fue buena, pero está limitada a no exceder en más de 190 mil millones de euros la participación alemana en el fondo de rescate y por lo que se refiere al QE3, recientemente anunciado, está por verse si realmente va a contribuir a que mejore en forma sustantiva la economía norteamericana, con el fin de  que esto se manifieste claramente en una baja de los niveles de desempleo.

Así las cosas, los mercados tenderán a mostrarse laterales y deberán empezar a reaccionar ya no con base en estímulos –pues ya se dieron todos–, sino en los resultados reales de la economía y de las empresas.

Con relación a este tema, cuando menos para Estados Unidos no se espera que las utilidades de las corporaciones registradas en la Bolsa de Nueva York, al tercer trimestre, muestren incrementos importantes con respecto a las alcanzadas en septiembre de 2011; sin embargo, lo que se espera para el último trimestre del año es que los beneficios de este sector recuperen el crecimiento.

En virtud de todo lo anterior, las bolsas cuando menos podrían estar buscando un ajuste temporal para darle un respiro a los inversionistas.

En otro plano, el dólar, que se debilitó ante el anuncio de los estímulos monetarios con respecto a las principales monedas del mundo, podría ganar un poco de terreno de aquí a diciembre, en tanto que las tasas de interés se mantendrán sobre los niveles actuales hasta que la economía real empiece a marcar tendencias.

La volatilidad seguirá siendo el común denominador de los mercados, aunque sí se hace cada vez más interesante el invertir mayormente en activos tangibles como son las acciones, que en renta fija de títulos de monedas fuertes.

Para México todo lo anterior implicó una revaluación del peso que lo llevó hasta 12.74 unidades por dólar y sería lógico esperar que nuestra moneda, de aquí a diciembre, se mantenga entre 12.80 y 13 pesos por dólar.

No hay que olvidar que lo que es bueno para la economía de Estados Unidos es magnífica noticia para la
economía mexicana.

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