Maricarmen Cortés

Desde el piso de remates

Maricarmen Cortés

20 Sep, 2012

Deuda de estados y municipios, manzana de discordia

El escándalo con los documentos falsos sobre la deuda de Coahuila que se enviaron a bancos, SHCP y al propio Congreso pusieron de manifiesto la necesidad de revisar el tema del crecimiento de la deuda de estados y municipios, que supera ya los 404 mil millones de pesos.

No sorprende, por lo tanto, que de las dos iniciativas preferentes que pudo mandar el presidente Felipe Calderón al Congreso en la etapa final de su gobierno seleccionara la reforma a la Ley de Contabilidad Gubernamental, que homologará la información sobre el manejo de las finanzas públicas en los tres niveles de gobierno.

La iniciativa de Calderón será dictaminada en el Senado la próxima semana y, al igual que la reforma laboral que se envió a Diputados, deberá ser votada en el Pleno a más tardar el primero de octubre.

Lo que llama la atención son las otras dos iniciativas; no está muy claro si con el objetivo de complementar u obstaculizar a la de Calderón.

La primera es la que presentó el diputado panista Guillermo Anaya para poner candados a la nueva deuda de estados y municipios, que no debería exceder 0.5% del PIB estatal anual ni 7% la deuda acumulada.

Desde luego, el tema ya se politizó porque Anaya se refirió directamente al caso de Coahuila, lo que evidentemente molestó al PRI y el PRD se subió a la polémica con la propuesta del senador Raul Morón, quien ni más ni menos pretende crear un Fobaproa y que toda la deuda sea rescatada por el gobierno federal, es decir, con nuestros  impuestos.

Lo que sorprende en primer lugar es que el PRD, que durante tantos años criticó al Fobaproa, ahora pretenda revivir el esquema para solapar o tapar los errores de los gobiernos que por ineficiencia o corrupción incurrieron en un gasto excesivo de su deuda.

Cierto que la deuda de muchos estados y municipios es un foco amarillo y en algunos casos rojo que debe atenderse, pero no con rescates públicos, sino con una reestructuración que implique compromisos de disciplina por parte de los gobernadores y alcaldes, con mecanismos de mayor transparencia y rendición de cuentas en los recursos públicos, y con una mayor eficiencia recaudatoria en los tres niveles de gobierno.

Canipec, amplia cobertura

Laura Bonilla, la primera mujer en presidir la Cámara Nacional de la Industria de Productos Cosméticos (Canipec) está dando pasos firmes para ampliar su cobertura con nuevos socios, para cumplir con el Plan Estratégico de diez años que lanzó al inicio de su gestión, en 2010, y que concluye en marzo próximo.

La meta más ambiciosa del programa es que en el año 2020 México pase de ser el decimosegundo país exportador de la industria al quinto del mundo.

La meta no es sencilla, pero la industria crece a un ritmo superior al PIB, al igual que las exportaciones, que al cierre de 2011 totalizaron tres mil 186 millones de dólares, con una balanza superavitaria de mil 495 millones de dólares.

Entre las metas está también fomentar un mayor consumo pér capita de productos cosméticos, especialmente de cuidado para el cabello, donde estamos por debajo de otros países de América Latina como Brasil.

También se ha logrado ampliar la base de empresas, por la nueva estrategia de Canipec de integrar a compañías que estén enfocadas a la producción de artículos de limpieza y aseo para el hogar.

Con este fin se creó ya la Asociación Nacional de Productos de Cuidado Personal y del Hogar a la que ya se integraron firmas como Alen y otras más, que han mostrado su interés.

Y se dice fácil, pero se amplió el mercado de Canipec con esta asociación en 40%, porque el mercado de cosméticos en México asciende a diez mil millones de dólares, pero uniendo al de productos para cuidados personal y del hogar suman 14 mil millones de dólares.

Badín y su extraño poder de convencimiento

Sorprende en verdad la habilidad del conciliador de Mexicana de Aviación, Gerardo Badín, quien logró convencer a la juez Edith Alarcón de los “avances” en el Concurso Mercantil de la aerolínea.

¿Cómo es posible hablar de avances, cuando los grandes acreedores desconfían de Badín y critican su opacidad?