China, el ausente presente

TOKIO.— Así como la crisis europea y el impacto global de la incertidumbre ligada a la falta de decisión de Estados Unidos para solucionar el fiscal cliff, el otro tema dominante era sobre el gran ausente: China.

Le cuento que al término de la reunión, Jim Yong Kim, bien descrito como un “hablante de japonés de origen coreano-americano” y presidente del Banco Mundial que se autodenomina “científico”, sacó a relucir el conflicto que mantienen Japón y China por las islas Senkaku Diaoyu, problema que se mantuvo siempre presente aquí desde el martes, cuando se oficializó que los delegados no estarían en la reunión, incluyendo al gobernador del Banco de China, Zhou Xiaochuan, y el ministro de finanzas, Xie Xuren.

En pocas semanas hay cambio de líderes en el Partido Central Chino, en la renovación que se realiza cada diez años, y en parte fue el conflicto diplomático, pero también pudo ser la “cautela política” la que explicó la ausencia.

Sin embargo, la inquietud sobre la forma en que “aterrice” el gigante asiático en esta crisis es, sin lugar a dudas, la tercera fuente de incertidumbre global.

Por eso resultó interesante escuchar, en este nublado domingo en Tokio, a Yi Gang, subgobernador del Banco Central Chino, como el expositor de la Fundación Per Jacobsson, que preside Guillermo Ortiz, presidente de Banorte.

Gang desestimó las voces, incluyendo las del FMI y el Banco Mundial, que no descartan una caída del crecimiento económico a niveles de tres por ciento. “Nos tenemos que alimentar y somos 1.3 millones de personas” y aún “somos una nación en desarrollo”, por lo que administrarán, con los bemoles del caso, la tasa en torno a ocho por ciento.

Explicó: así como la apertura de China y la transición a economía de mercado ha tomado una década creciendo a nueve-diez por ciento desde la entrada a la OMC, “a su ritmo” (este año crecerán a 7.8%, la más baja en una década), la siguiente fase será distinta. En 1997, el sistema bancario chino estaba quebrado y transitarlo de un sistema gubernamental centralmente administrado a uno bajo administración privada ha costado mucho trabajo y dinero al Banco Central Chino en 17 años.

A los críticos que dicen que China se niega a una evaluación del sistema les dice que hoy ¡los bancos cumplen todos con los estándares de Basilea III! Y se han asegurado de tener a socios internacionales, a los bancos y principales empresas en la Bolsa para que los revisen desde ahí.

Su prioridad es el financiamiento rural y la seguridad alimentaria, pues por encima de lo que ocurra en el mundo, primero alimentarán a su población. Así de claro.

Su política monetaria es multiobjetivo: control de la inflación, fomentar el crecimiento y buscar el equilibrio entre el crecimiento interno y externo de la economía china. Por lo mismo, no van a transitar a un sistema de inflación por objetivos. Tienen mucha liquidez ligada a la esterilización de una cantidad de reservas acumuladas por años cercana a 50% del PIB chino, que este año alcanzará los 8.2 billones de dólares (poco más de siete veces la economía mexicana), pero tienen un problema. El crecimiento aún es insuficiente: Su PIB per cápita pasó de mil 40 dólares a mediados de los 90 a seis mil dólares (la mitad de México) este año y la distribución del ingreso está debajo de 0.30, de acuerdo con la tasa de Gini. De ahí que crecer y distribuir es prioridad política y económica.

En el frente inflacionario usan las herramientas que tienen a su alcance con una tasa de referencia china, contrayendo o aumentando liquidez, coordinando con política fiscal, de desarrollo y de control de exportaciones, si es necesario.

No permiten la entrada de capitales financieros en bonos chinos, no tienen libre convertibilidad, pero sin fomentar el uso directo del renminbi (yuan) en los mercados internacionales eliminaron la prohibición de compra de la moneda, de manera que si “sus socios” quieren comprarlo para pagar los intercambios sin triangular hacia el dólar o el dólar de Hong Kong, “son bienvenidos”.

Se estima que hoy, aproximadamente 10% del comercio de China con el mundo se hace en yuanes. En 13 años han “construido” un mercado bancario comercial, un mercado bursátil con mercado de dinero doméstico y accionario, que les permite jugar con dos alternativas: Hong Kong y Mainland para la inversión y el comercio interno y externo.

El renminbi, por lo demás, a tres años de haber iniciado la liberalización “administrada” se ha devaluado en 30% frente al dólar estadunidense y en el CME se mantiene prácticamente sin fluctuar frente al dólar. “Casi está en equilibrio”.

Hay preocupación porque la inversión extranjera se ha detenido y han decidido usar parte de su reserva para no detener el financiamiento rural, hipotecario y de infraestructura, y han comenzado internamente la liberalización de mercados interiores que requieren de mucha “vigilancia”, dice, porque todos los gobiernos de las provincias quieren crecer más, pero hay que cuidar que se haga sin generar desequilibrios perversos, incluyendo el parar —si es que crece más— la burbuja inmobiliaria en Shanghái.

Una visión muy realista, ¿no cree?

De Fondos a Fondo

Adrienne Cheasty es la nueva jefa del equipo de supervisión del FMI para México y, aunque aún no se ha seleccionado al sustituto de Nicolás Eyzaguirre, pues se está buscando a un extraordinario economista latinoamericano con visión regional y global.

Hay quien comentó aquí que un buen candidato podría ser el secretario de Hacienda, José Antonio Meade, a quien el futurismo lo ve en el gabinete de Enrique Peña.

Por cierto, el jueves asumió Juan José Bravo Monroy como director ejecutivo de México en el Banco Mundial. Por un año a México le corresponde la voz en este organismo y a España en el FMI (importante para Lindos) y Venezuela espera un año para tomar la silla compartida.

Acá trascendió que el relevo del representante en la oficina del Banco Internacional de Pagos se realiza el 30 de octubre y llega el ex economista en jefe del BBVA, José Luis Escrivá.

Él dejó al grupo español hace poco más de un año y parece que viene con la encomienda de ampliar el equipo en la oficina que atiende desde México a todo el continente, y mejorar la venta de los servicios que hace el Banco a los bancos centrales.

Por regreso de Tokio y para evitar el mind jet lag, esta columna reaparece el jueves.