Marco Gonsen

Memoria Flash

Marco Gonsen

29 Oct, 2012

Clark Kent

Los periodistas deben contar las noticias, no ser los protagonistas.

Este dogma de la profesión se rompió el pasado miércoles cuando salió a la venta en Estados Unidos el más reciente número del comic Superman, en el que el reportero Clark Kent renuncia al Daily Planet, irritado por el rumbo sensacionalista que éste adoptó para emigrar a los medios digitales. La noticia dio la vuelta al mundo y alcanzó primeras planas.

Es difícil entender cómo el personaje creado hace 80 años por Jerry Siegel y Joel Shuster llegó a ser un icono de la cultura estadunidense.

El ser prácticamente perfecto (su única debilidad es la kriptonita) le reduce al mínimo las posibilidades de conflicto dramático de Superman... salvo la tensión sexual latente con su colega reportera Lois Lane.

Por tanto, resulta comprensible que los guionistas hayan dado una vuelta de tuerca a la historieta, inspirados en la actual conversión que sufre la industria periodística.

Si bien la decisión de Clark Kent es más bien moral (antes de abandonar el Daily Planet pronuncia un alegato sobre los nobles ideales del periodismo en el que acusa que las opiniones sustituyeron a los hechos, el entretenimiento suplantó a la información y los reporteros se han convertido en simples transcriptores de discursos), en la historieta subyace parte de la razón principal que agobia a los medios: la conversión de su modelo de negocios.

Así, al editor que le toca enfrentar la rebeldía de Clark Kent le corresponde decir la lapidaria frase: “Los tiempos están cambiando y la prensa es un medio que agoniza. No me gusta, pero nuestra única esperanza que tenemos de ofrecer noticias es dar a la gente lo que quiere leer... o ver en la televisión, consola portátil de juegos o teléfono celular”.  

Un pensamiento similar debe haber gravitado en los editores del legendario semanario Newsweek —otro icono del vecino país, fundado justo un año después de la creación de Superman—, que el pasado 18 de octubre anunció que la edición impresa que circulará el próximo 31 de diciembre será la última en papel.

La otrora gran rival de Time sobrevivirá ahora en internet y tablets, agobiada por la reducción de su circulación en casi 2.5 millones de ejemplares en el curso de una década.

De la mano del sitio Daily Beast, Newsweek buscará mantener vigencia en una edición pensada para un público “líder en opinión altamente móvil” y que desea saber sobre los acontecimientos mundiales “en un contexto sofisticado”, según describió a la agencia AFP Tina Brown, redactora en jefe.

Justo en la misma lógica mediática que cuestionó Clark Kent, el personaje ficticio se vio rodeado de mejores augurios que Newsweek sobre su futura vida digital. Scott Lobdell, libretista de Superman, ve a su criatura como el fundador de un nuevo Huffington Post o Drudge Report, según declaró a USA Today. La propia Arianna Huffington dio la bienvenida al superhéroe con un tweet: “Una edad de oro de compromiso le espera. ¿HuffPost será la próxima parada?”.

Justo estos dos medios digitales, bautizados con el nombre de sus fundadores, son tomados como ejemplo de éxito en periodismo digital. El HuffPost, más liberal, estableció un modelo famoso por brindar espacio a cientos de colaboradores sin remuneración (“promoción y prestigio” fue el pago ofrecido), lo cual le atrajo una fuerte demanda una vez que se conoció la millonaria fusión con AOL en febrero de 2011.

Del lado conservador, el sitio fundado en 1998 por Matt Drudge es, al igual que el HuffPost, un agregador de noticias generadas por otros medios más que un productor de sus propios contenidos.

Sin embargo, saltó a la fama por haber revelado —en medio de cuestionamientos a su ética periodística— el escandaloso caso de las relaciones entre el presidente Bill Clinton y la becaria Monica Lewinsky, una historia que se rehusó a publicar Newsweek pese a haber conseguido la primicia casi un año antes de que explotara en la red.

Así que, si Clark Kent es fiel a las ideas que pusieron en su boca los guionistas de Superman, quizá su vocación esté menos cerca de periodistas protagónicos como Huffington o Drudge y más próxima al esfuerzo de sitios como ProPublica, cuyo discreto pero efectivo periodismo de investigación —merecedor ya de un Pulitzer— no necesita de una capa de superhéroe para dejarse ver.

 

                marco.gonsen@gimm.com.mx