¿Reforma fiscal con IVA?

El martes de esta semana la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos), a través de su secretario general José Ángel Gurría, dijo que México debería incrementar el IVA a una tasa de 18 o 19%; tasa promedio que se cobra en los países miembros del mencionado organismo; de la misma manera expresó que 19% general permitiría recaudar dos o tres veces más de lo que hoy día se obtiene en México para, de esta manera, fortalecer las finanzas gubernamentales al no tener que depender de los impuestos que genera Petróleos Mexicanos.

No cabe duda que la propuesta es inteligente y realista, difícil de implementar en nuestro país porque las izquierdas radicales se han dedicado a satanizar el impuesto al consumo con argumentos que carecen de valor.

Es importante que en la próxima reforma fiscal, que seguramente se presentará una vez que empiece a funcionar nuestro nuevo gobierno, se haga explícito el monto que se pretende recaudar; y lo que es más importante es que, de lograrse, en qué se gastaría y cuáles serían los mecanismos de fiscalización para que la ciudadanía pueda vigilar que el uso de los recursos captados realmente se destinen a los objetivos previamente planteados.

El IVA tiene muchas ventajas y, por esta razón, en los últimos diez años se ha convertido en la forma más eficaz  para que los países puedan recaudar impuestos y financiar sus presupuestos; el IVA es muy eficiente porque es fácil de cobrar, fácil de fiscalizar y difícil de evadir cuando se hace en forma generalizada.

Si se establece un IVA más alto que el actual y una pequeña porción de ese impuesto se hace deducible a los individuos, todos los ciudadanos nos convertiríamos en fiscalizadores, lo que tendría enormes beneficios para la recaudación.

Además de lo anterior, este impuesto al consumo es progresivo y quiere decir que los que más gastan, que son quienes más tienen, serían los que tendrían que pagar más; los más necesitados, al enfrentarse a un impuesto de este tipo que incluyera también productos hoy exentos en la canasta básica, lógicamente verían afectado su poder de compra por esa parte de incremento en el precio que se causaría por el impuesto; sin embargo, si los objetivos de incrementar la recaudación por el IVA tienen un gran componente social, es decir, que el gobierno gaste más en educación, en salud —en este capítulo, un IVA de 19% le permitiría al gobierno implantar seguridad social universal, es decir, que todos los mexicanos tuvieran acceso a seguridad social gratuita, misma que hoy está restringida a los 16 millones registrados ante el IMSS como empleados, trabajadores y sus familias—.

Asimismo, sobraría dinero para llevar a cabo inversiones en infraestructura que tanto requiere nuestra patria. El implantar un IVA mucho más alto y generalizado tiene algunos efectos negativos en el corto plazo: el primero sería el impacto inflacionario que, aunque por una sola vez, se sentiría en la economía nacional y quizá una ligera reducción en las ventas comerciales, debido a que podrían resentirse los niveles de consumo simplemente porque las mercancías, a partir de la implantación del impuesto, resultarían un poco más caras.

Francamente no sé con qué planteamiento de reforma fiscal venga la próxima administración, ojalá y se atreviera a establecer un IVA generalizado en el nivel que lo propone la OCDE; por supuesto, la implementación política de un acuerdo tan importante, sería difícil y tendría que estar muy bien negociado.

Habrá muchos que tratarán de boicotear este tema únicamente porque resulta un impuesto impopular, pero a la luz de los beneficios logrados en otros países, estas actitudes no deberían de ser un obstáculo; eso sí, hay que trabajar mucho para convencer y demostrar, sin dejar duda,  que el incrementar la recaudación por esta vía es lo que más le conviene al país, en lo general, y a los que menos tienen en lo individual.

Como muestra, mencionamos algunos países que están en condiciones mucho mejores que nosotros y manejan el siguiente IVA:

País                                      IVA

Austria                                 20.0

Bélgica                                  21.0

Chile                                     19.0

Dinamarca                            25.0

Finlandia                               23.0

Francia                                  19.6

Noruega                                25.0

Suecia                                   25.0

Reino Unido                          20.0

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