La industria automotriz en el sexenio de Felipe Calderón

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Practicamente el sexenio de Felipe Calderón se fue, en cuanto a la industria automotriz se refiere, en sacar del atolladero la venta de autos en México. En estos seis años hubo inversiones estratégicas de varias armadoras y eso sí, con mucha actividad exportadora de autos con el sello “Hecho en México”, así podria resumirse el sexenio que hoy termina.

Sin embargo, durante el periodo entre 2006 y 2012, México se colocó como el noveno productor automotriz en el mundo y el cuarto exportador de autos con más de 2.8 millones de unidades enviadas anualmente, con lo que la industria mexicana consolidó una sólida imagen internacional.

En materia de ventas, México cayó en picada después de 2007, año en el que registró la cifra de un millón 99 mil 866 automóviles, para así iniciar una caída abismal durante los siguientes años, generada principalmente por una de las peores crisis financieras que se recuerde.

Aun así al cierre de 2008 se lograron vender un millón 25 mil 520 vehículos, ultima cifra superior al millón ya que en 2009 se registró la peor caída al comercializar 754 mil 918 unidades, mientras en 2010 hubo una pequeña recuperación al vender 820 mil 406 vehículos, situación que año con año se vivía con la esperanza de reputar la venta de autos.

Sin embargo, al acabar 2011 se reportaron ventas totales de 905 mil 886 unidades, cifra que de acuerdo a la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA) no se ha podido superar durante los primeros 10 meses del presente año, al venderse 785 mil 72 autos nuevos en nuestro país.

Sea por la crisis financiera, la falta de apoyo gubernamental en programas y créditos o el aumento desmedido en la entrada de autos chocolate al país, pero la industria automotriz mexicana no se ha podido recuperar y alcanzar el record de ventas registrado en 2007.

Pareciera que México en este sexenio lo único que exportó fueron malas noticias, donde el miedo era el principal producto, y que las únicas cifras que se manejaban eran las víctimas del crimen. Sin embargo, también acarreo noticias importantes, como las inversiones millonarias de las armadoras con el fin de crear una planta en territorio nacional.

Inversiones como la de General Motors repartidos en dos estados, Guanajuato y San Luis Potosí, Ford para Hermosillo, Chihuahua y Cuautitlán, los 2 mil millones de Nissan para Aguascalientes, son sólo algunas muestras de la apuesta que tienen las armadoras en nuestro país, sin contar a Volkswagen y su instalación de motores en Guanajuato, a quienes se le suman Honda y Mazda y hasta Audi que aterrizará en Puebla para fabricar la Q5, esto por mencionar sólo a algunas.

Las cartas están sobre la mesa, y el reto para los próximos seis años que gobernará Enrique Peña Nieto no será fácil en la industria automotriz. El horizonte seguirá siendo de recuperación, habrá que ver por cuánto tiempo más.