Darío Celis

Tiempo de negocios

Darío Celis

4 Dic, 2012

Reactivan SCT-SHCP tren Yucatán-Quintana Roo que significará inversión de 1000 mdd

Hace casi un año que le platiqué del tren que busca conectar Mérida con la Riviera Maya en Yucatán y Quintana Roo, respectivamente.

El proyecto fue uno de tantos que se quedó en el tintero de la ineficaz Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) de Dionisio Pérez-Jácome.

Bastó con que Enrique Peña Nieto se refiera a la reactivación del sistema ferroviario de pasajeros como uno de los ejes de su gobierno, para que se desempolvara de los archivos muertos que tenía el no menos burocrático subsecretario de Transporte, Felipe Duarte.

Desde el primero de diciembre la SCT, ya con Gerardo Ruiz Esparza al frente, solicitó a la SHCP, que también ya comanda Luis Videgaray, incorporar al Proyecto de Presupuesto 2013 una partida cercana a los 30 millones de pesos para arrancar con los estudios de factibilidad.

El tren debe demostrar una tasa interna de retorno social igual o superior a 12%, para obtener el registro y el aval de financiable por el gobierno federal. Va a ser Banobras, que aún dirige Georgina Kessel, la que aporte el capital vía el Fondo Nacional de Infraestructura.

El proyecto fue impulsado por la gobernadora de Yucatán, Ivonne Ortega. La priista encomendó todos los estudios de factibilidad, permisos, corridas financieras y plan de negocios a Ad-Hoc, la firma de consultoría propiedad de Aarón Dychter y Óscar Corzo.

El tren significará una inversión cercana a los mil millones de dólares, sólo para unir Mérida y la Riviera Maya. Alrededor de 50% será pública y el resto privada. En el primer tramo se incluye la habilitación de la red férrea y en el segundo, el material rodante y sistemas electromecánicos.

El ferrocarril utilizará 170 kilómetros de vía del Chiapas-Mayab. Saldrá de Mérida y conectará Izamal, Kakalchen, Tixcocob y entrará hasta Chichén-Itzá. La idea para ello es construir un anillo de unos 30 kilómetros para acercarlo a esta zona arqueológica.

Posteriormente correrá sobre el derecho de vía hasta Valladolid, donde termina la red. A partir de ahí iniciará el tendido de nuevas vías. Se habla de alrededor de 130 kilómetros que lo llevará hasta Punta Venados, ya en Quintana Roo, el estado que gobierna Roberto Borge.

El espíritu que anima el proyecto es potenciar el intercambio del turismo entre Yucatán y Quintana Roo. Es decir: que los visitantes que arriben a la Riviera Maya por avión o cruceros no se queden sólo en las playas y alarguen visitas a las zonas arqueológicas y ciudades coloniales.

El objetivo es que Yucatán atraiga en los primeros tres años de la operación del tren entre uno y 1.2 millones de los 14 millones de turistas que anualmente visitan Cancún y Riviera Maya. Equivale a alrededor de 3% de lo que capta el estado de Quintana Roo.

La segunda fase del tren transpeninsular conectaría a Cancún y Tulum. Contaría con estaciones en los puntos estratégicos de interés turístico como Xcaret, Punta Venados, Playa del Carmen, Puerto Morelos y el aeropuerto Internacional de Cancún.

Esta etapa, aún bajo estudio, va a implicar construir una vía férrea de otros 120 kilómetros que correría paralelo a la actual autopista. Preliminarmente se habla de una inversión de 500 millones de dólares adicionales. La idea es construirla después de 2013.

Gruma deshoja

Esta semana Gruma podría estar concretando el crédito puente para hacer frente al derecho al tanto que tiene la familia de Roberto González Barrera, a fin de adquirir el paquete de 23.16% que tiene Archer Daniels Midland, presidida por Patricia A. Woertz.

Se busca un crédito a un plazo de un año hasta por 450 millones de dólares y además del BBVA-Bancomer que le adelanté, también se negocia con Santander y ya trascendió que con Goldman Sachs. Gruma, que dirige Joel Suárez, es asesorado por las firmas Heather & Heather, de Thomas Heather, y Ritch-Muller, que capitanea Luis Nicolau. Puede que en el crédito vayan las tres instituciones o sólo dos.

AIG va con IGS

A la callada IGS, de Antonio Ruiz Galindo, se asoció con el poderoso grupo estadunidense AIG, que dirige aquí Brooks Mohrman. Integraron un joint venture 50-50 para adquirir naves industriales y centros de distribución en todo el país.

Van a invertir conjuntamente 300 millones de dólares. Bancomext financió con 100 millones a IGS y los otros 50 millones provendrán del CKD, que por mil 88 millones de pesos colocó en la Bolsa Mexicana de Valores en 2011.

A su vez, AIG aportará directo los otros 150 millones. AIG se fue de México en 2009, tras de que en septiembre de 2008 estuviera al borde de la quiebra y el gobierno de Barack Obama la salvara.

STPRM  busca

En Pemex, Emilio Lozoya Austin ya se apresta a conformar su equipo, no exento de las presiones que sabemos está ejerciendo el Sindicato de Trabajadores de la República Mexicana para ganar posiciones.

Una dirección corporativa que quiere Carlos Romero Deschamps es la de Administración. Trascendió que el líder está operando a todo lo que da para ubicar ahí ni más ni menos que a Roberto Isaac, el ya ex coordinador de asesores del ex director Juan José Suárez Coppel.

Al margen de estas presiones, lo fundamental es que quienes ocupen las direcciones de las unidades de negocios sean personajes con una visión global y que por lo menos
hablen inglés.

Salto a Banxico

Con la novedad de que José Julián Sidaoui dejó la subgubernatura de Banco de México desde el viernes pasado.

El titular de esa institución, Agustín Carstens, debe presentar a la brevedad una terna de candidatos al presidente Enrique Peña. Lo interesante es que quien lleva mano es Lorenza Martínez, la todavía subsecretaria de Industria, quien resultó una pesadilla para los industriales del país.

En los corrillos financieros se asegura que la decisión unilateral de Guillermo Babatz de publicar las reglas de Basilea III fue para quedar bien con Carstens y asegurarle el puesto a su esposa, la señora Martínez, aun por encima del que fue su jefe, José Antonio Meade.

Javer se diluye

Tras de que ICA fusionó su negocio de vivienda en Javer, el capital social de ésta última se reestructuró.

Le adelanté que el grupo de Bernardo Quintana se quedó con 23%, para erigirse como el tercer accionista más relevante. Southern Cross, el fondo sudamericano de Norberto
Morita
, posee 31%.

A su vez, los fundadores capitaneados por Salomón Marcuschamer se quedaron con 29%, en tanto que Protego, de Pedro Aspe, se diluyó a 8%, Arzentia Capital de Monterrey que lleva Jorge Martínez 7% y Rodolfo Russildi, el director de Javer, otro 2%. La empresa no descarta realizar más adelante una operación en bolsa para allegarse recursos.

Sada cabildea

El que tuvo audiencia ayer con el flamante secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, fue su paisano Adrián Sada.

Ni tardo ni perezoso el presidente de Vitro inició el cabildeo con el nuevo gobierno para defender la reestructuración financiera del consorcio vidriero, la cual le rechazan en Estados Unidos.

Vitro genera actualmente unas 17 mil fuentes de empleo, argumentan sus accionistas para obtener el respaldo,
ahora, de Enrique Peña Nieto.