México está en un buen momento

Estoy francamente de buen ánimo por lo que ha sucedido en nuestro país en las últimas semanas.

Es importante destacar que el Congreso ha aprobado dos reformas: la laboral y la de contabilidad pública, que me parece dan esperanzas de que muchas otras que estaban pendientes se irán presentando poco a poco en el devenir del año próximo.

Además de lo anterior, me dejó buen sabor de boca el proceso de transición de poderes que se llevó a cabo, donde no sólo éste fue armonioso e institucional, sino además se recobraron algunas tradiciones que se habían perdido por distintos motivos.

Lo que más me gustó fue que se firmara el Pacto por México, porque por primera vez los tres partidos más importantes del país lograron sentarse en una mesa para rubricar un acuerdo a favor del bienestar de todos los mexicanos.

Independientemente de que habrá tiempo para analizar a fondo el mencionado pacto, el solo hecho de que estos tres partidos se hayan sentado a firmarlo ya es una esperanza de que podemos empezar a ver acuerdos negociados, en lugar de gritos y sombrerazos, que es lo único que habíamos visto con anterioridad.

En este Pacto se establece de forma general el compromiso de presentar una reforma energética y otra hacendaria, con lo cual, y de ser aprobadas, se nos dará la posibilidad real de que nuestro país pueda crecer a tasas mucho más elevadas en favor de todos los mexicanos.

El haber establecido una meta de crecimiento para el sexenio de 5% por supuesto es alcanzable cuando se concluyan las reformas antes mencionadas; es importante decir que si esa meta se logra, sí seremos capaces de disminuir el porcentaje de pobres que hay en el país y dejaremos de ser la máquina de pobres en la que nos habíamos convertido.

Por mi parte le doy un voto de confianza a la nueva administración, y sin tener un optimismo desbordado, mi sentimiento lo comparte una enorme cantidad de empresarios. En el extranjero los ánimos hacia México han crecido, son positivos y esto nos permitirá captar mayores niveles de Inversión Extranjera Directa.

Es importante que aprovechemos el momento, que seamos serios y llevemos a buen término los compromisos concertados; no podemos dejar pasar esta gran oportunidad. En lo que resta del mes de diciembre, el desarrollo de nuestros mercados contará con el impulso de este sentimiento positivo; sin embargo, y siendo realistas, el prietito en el arroz está del lado de Estados Unidos, ya que en tanto no resuelvan su famoso tema del precipicio fiscal, la economía mexicana y del mundo occidental en general estará en peligro debido a que de no alcanzar —los norteamericanos— una solución a su problema podrían entrar en recesión y contagiarnos.

Personalmente creo que veremos algún arreglo de hoy a fin de año, aunque en el inter la incertidumbre generará mucha volatilidad en los mercados.

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