Manuel Somoza

Inversión inteligente

Manuel Somoza

31 Ene, 2013

¿Tendremos reforma energética?

Probablemente mi pregunta está mal planteada, debería decir: ¿Tendremos una reforma energética que valga la pena?

La respuesta a esta pregunta cuando menos yo no la tengo y me parece por lo que estoy escuchando de nuestros políticos, tanto en los medios electrónicos como impresos, que no hay la voluntad ni el valor ni la convicción de hacer una reforma energética de fondo.

Cuando escucho a la gente de izquierda en el PRD o a las de la misma tendencia en el propio PRI, y dicen no a la privatización, yo me pregunto qué entienden por ello. Si para estos personajes privatizar significa vender Pemex a inversionistas mexicanos o extranjeros, o traspasar una proporción mayoritaria de esta empresa a inversionistas privados y que además la Secretaría de Energía ya no fuera el organismo rector de la industria energética nacional, entonces sí estaría de acuerdo con ellos y diría no a la privatización; sin embargo, por lo menos en los últimos 15 años no he escuchado a alguien que quiera privatizar la industria energética nacional sobre las bases anteriores.

Las propuestas que he oído van en el sentido de que Pemex se convierta en una empresa pública colocando una parte de su capital a través del mecanismo de las bolsas de valores, pero que el gobierno siempre mantenga el control de dicha empresa, es decir, que sea dueño de más de 51% y que esto le dé el poder corporativo para que siga ejerciendo siempre el control.

Con lo anterior estoy totalmente de acuerdo, porque además de ser un sistema que ayudaría a capitalizar Pemex (que bien lo necesita) se forzaría a dicha compañía a manejarse con la transparencia que se obliga en los mecanismos bursátiles (cosa que hoy no tiene).

Además de lo anterior existen iniciativas en el sentido de que capital privado, ya sea nacional o extranjero, se pudiera asociar con Pemex para realizar proyectos tanto de exploración como extracción y también de distribución; insisto, si la mayoría en esas coinversiones está del lado de Pemex, no veo impedimento alguno para que se pudieran llevar a cabo.

Pero estos cambios, que serían de forma y de fondo, requieren que se modifique la Constitución y las izquierdas simplemente para ser congruentes con el discurso que han mantenido los últimos 80 años lo rechazan contundentemente. Para quienes se oponen a una reforma de fondo no existe sentido común ni inteligencia y simplemente actúan por dogmatismo.

México no cuenta con los recursos financieros ni tecnológicos para hacer un uso racional de sus hidrocarburos; únicamente nuestro país y Corea del Norte, son las dos naciones que yo conozco que no permiten la inversión privada en el área petrolera.

Esta inversión  es permitida en Cuba, en Venezuela, en China; pero nosotros mantenemos un dogmatismo que raya en lo ridículo. La decisión de nacionalizar el petróleo en 1938 fue magnífica; la decisión de no abrir esta industria al sector privado manteniendo la rectoría del Estado en el año 2013 es pésima.

Ojalá y el PRI tenga el valor de llevar a cabo una reforma energética de fondo; ésta en el mediano plazo dará enormes dividendos, no sólo económicos, sino también políticos. Si la reforma se hiciera hoy estoy seguro que antes de que termine el sexenio ya estaríamos sintiendo sus efectos positivos en la creación de empleos y la captación de Inversión Extranjera Directa; se consolidaría en seis años nuestra posición financiera y se elevaría substancialmente la tasa de crecimiento.

Aplaudo el que se haya hecho el Pacto por México y que se busque el consenso, pero si el precio de los acuerdos es no hacer reformas a fondo, el famoso Pacto por México no debería tratar de incluir a todos.

www.somozafinamex.com.mx

somoza@finamex.com.mx