Manuel Somoza

Inversión inteligente

Manuel Somoza

18 Jul, 2013

El peso recobra su fortaleza

Hace apenas unas cuantas semanas el tipo de cambio había llegado a tocar 13.40 pesos por dólar, esto sucedió justamente después de que los mercados malinterpretaron las declaraciones que hizo el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, ante un comité del senado de Estados Unidos.

Después del discurso, lo que sucedió en Estados Unidos fue que el rendimiento de los bonos a diez años de plazo de ese país, tuvieron un alza muy significativa que arrastró al rendimiento de los bonos mexicanos –del mismo plazo–, generando como daños colaterales, bajas en los índices bursátiles y devaluaciones de las monedas de los países emergentes contra el dólar.

Amén de todo lo anterior, una constante para el peso mexicano en los últimos años es que el mercado de futuros de Chicago se ha mantenido largo plazo, es decir apostando a favor de la fortaleza del peso, y en su mejor momento llegó a estar hasta seis mil millones a favor del peso; pero en promedio, podríamos decir que se mantiene en una línea de dos mil 500 millones de dólares. Ante la reacción de los mercados por las declaraciones de Bernanke, las posiciones largas fueron disminuyendo hasta quedar prácticamente tablas; y la razón es que ante la incertidumbre, los especuladores decidieron cubrir sus riesgos.

Han pasado varias semanas desde ese acontecimiento, y muchas más declaraciones tanto de la Reserva Federal como de otros funcionarios importantes; y ahora después de tanto insistir en el tema, parece que los mercados ya le están creyendo a Bernanke cosas que al principio simplemente no quisieron escuchar. Creo que lo más importante es que los mercados han aceptado de las declaraciones de la Reserva Federal, es que el QE3 en vigor (Quantitative Easing o estímulo monetario) que actualmente la Reserva Federal mantiene en proceso y que consiste en emitir dinero para comprar 85 mil millones de dólares mensuales de bonos, de los cuales casi la mitad son con garantía hipotecaria  y otro tanto son bonos emitidos por la Tesorería de los Estados Unidos, puede empezar a disminuir en la última parte de este año; pero ojo, siempre y cuando los datos económicos lo justifiquen.  Para que estos datos sean realmente esa justificación,  tienen que ser buenos y  deben mostrar que la economía de Estados Unidos empieza a ser más robusta, de la misma manera que la cifras de creación de empleos son más sólidas; si eso no sucede, los estímulos no van a desaparecer.

Parece ser que lo anterior ya se asimiló y también el consenso es que los estímulos sí podrán empezar a desaparecer hacia finales de 2013 para eliminarse a mediados de 2014; sin embargo, también insiste Bernanke en que esto no querrá decir que la política monetaria será restrictiva, todo lo contrario, seguirá siendo acomodaticia y así mismo  ha dejado en claro que la tasa de referencia, que es la que la Reserva pone, se mantendrá en el nivel actual de cero a 0.25% muy probablemente hasta mediados de 2015. Parece ser que los mercados también ya empezaron a entender que mientras la tasa de referencia se mantenga tan abajo, va a ser muy difícil que la tasa de largo plazo tenga un incremento muy por arriba de su nivel actual. Las tasas de largo plazo en los Estados Unidos, medidas por el nivel de rendimiento de los bonos a diez años del Tesoro Norteamericano, han tenido un incremento de casi 100 puntos base en lo que va del año; pero se espera que mantengan ligera presión al alza de aquí a diciembre para que la tasa de hoy, que es de 2.5%, se acerque para el  último mes del año a tres por ciento.

Esto evidentemente presionará a las tasas de interés de largo plazo en México, y de la misma manera, al bono de diez  años que actualmente tiene un rendimiento de 5.6%;  para diciembre podrá estar rondando 6.25%. Aclaro, tanto las tasas en los Estados Unidos como en México en los niveles antes señalados,  seguirán siendo históricamente bajas y por lo tanto continuarán estimulando el crecimiento de ambas economías.