Manuel Somoza

Inversión inteligente

Manuel Somoza

22 Ago, 2013

Europa sale de la recesión

La semana pasada salió lo que pareciera ser una muy buena noticia para la Unión Europea y ésta fue que Europa había salido de la recesión, ya que en el segundo trimestre del presente año la mencionada congregación de países tuvo un crecimiento en su producto interno bruto de 0.5 por ciento.

Los países que más contribuyeron a que esto sucediera fueron Francia y Alemania; el primero con un crecimiento en ese trimestre de 0.5% y el segundo del 0.7 por ciento. Vale la pena señalar que estos números están muy por arriba de las estimaciones y que, vistos en forma aislada, resultan una muy buena noticia.

Sin embargo, también hay que aclarar que muchos países medianos y pequeños de la Unión siguen en recesión. Tal es el caso de Grecia, por supuesto España, Italia y  Holanda. La paradoja de esta noticia está en el hecho de que la principal razón de los números favorables de Francia y Alemania, no fue producto de las severas políticas de austeridad impuestas por Alemania a sus vecinos, sino que, en el caso de Francia, el hecho de que el señor Hollande no haya querido cumplir con el plan tan austero impuesto por Bruselas, y dio como resultado que se incrementara el gasto público en ese país un poco por encima de lo previsto y, como consecuencia de ello, mejoró el ingreso bruto de los particulares, lo cual, al traducirse en consumo, empujó la cifra del producto y, en el caso de Alemania,  por ser este año el último de una administración y estar en pleno proceso electoral, el gobierno de la señora Merkel, la administración actual, pensó que podía ser una muy buena idea, para crear un ambiente propicio para su tercera reelección, soltar un poco los cuantiosos ahorros que ese gobierno tiene.

Es muy triste decir que los buenos resultados de Francia y Alemania no se dan como producto de la disciplina y recetas de austeridad alemanas sino, por el contrario, por haber hecho, aunque sea en forma breve, caso omiso de tan estrictas reglas.

Por todo lo anterior, no podemos pensar que Europa ya resolvió sus problemas y que de ahora en adelante lo que vamos a ver es un ciclo expansivo.  Las economías del continente, con excepción de la alemana, siguen siendo de enorme fragilidad y nadie cuenta con que las cosas mejoren sustancialmente a corto plazo, sino por el contrario, el bajo o nulo crecimiento y el desempleo seguirán siendo demasiado altos todavía en los próximos años. 

A Europa le sigue haciendo falta un banco central más agresivo y una Alemania más europea que de veras considere que su fortaleza al futuro tiene que estar ligada a socios que también prosperen.

Quien más se opone a que el euro (hoy moneda notoriamente sobrevaluada) tenga un ajuste importante es Alemania. Yo pienso que si el euro, en lugar de cotizar contra el dólar a 1.33, estuviera en 1.20 o 1.15, el continente en su conjunto saldría más rápido del letargo, ya que con un precio adecuado de su moneda lograrían incrementar sus exportaciones hacia Asia, Estados Unidos y países emergentes. Si Alemania insiste en seguir limitando la actividad de su banco central y no permite el ajuste del euro, va a llegar tarde cuando decida empezar con sus apoyos.

La oportunidad que hoy tiene Europa de rectificar el rumbo se va a complicar cuando la Reserva Federal en Estados Unidos empiece a retirar los estímulos monetarios que le han dado la oportunidad a ese país de salir adelante. Si Europa no actúa hoy llegará, como siempre, tarde y con menos recursos de los necesarios para resolver su crisis.

somozamusi@gmail.com

@somozamusi

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