:quality(75)/media/dinero/images/2013/12/influencia121213g.jpg)
CIUDAD DE MÉXICO.- La influencia que mantenía el sindicato Petrolero en los planes de negocios de Pemex, y en la aprobación de proyectos por parte del Consejo de Administración, ha sido soslayada con la modificación prevista en el dictamen de reforma energética del Senado de la República.
Fluvio Ruiz Alarcón, consejero independiente de Pemex, explicó que entre los puntos de mayor influencia por parte de los representantes sindicales, que podrían evitarse, se encuentran las negociaciones por revisión del contrato colectivo de trabajo.
Destacó que las demandas del sindicato, hechas a través de cinco miembros que participan en el Consejo de Administración, retrasaron la aprobación del proyecto con la empresa Mexichem, que contempla una coinversión por más de 528 millones de dólares para crear una nueva empresa que modernice el complejo petroquímico de Pajaritos, ubicado en Coatzacoalcos, Veracruz.
El visto bueno del sindicato también tuvo influencia en cuanto a los contratos integrales, en lo cual se logran avances.
Aunque el consejero independiente reconoció que era necesario un cambio en cuanto al gobierno corporativo de Pemex, el excluir por completo al gremio sindical, disminuirá la pluralidad de opiniones y se dejará de lado el punto de vista de los trabajadores, en temas estratégicos.
Cabe mencionar que hasta ahora el Consejo de Administración de Pemex estaba conformado por 15 integrantes: seis representantes del Estado; cuatro Consejeros Profesionales y cinco representantes del Sindicato.
Sin embargo, los cambios de Ley aprobados en una primera instancia por el Senado, eliminan los lugares con los que hasta ahora contaba el gremio sindical, así como un representante del gobierno, incorporando un consejero independiente más.
“La ley deberá establecer, entre otras disposiciones, que su Consejo de Administración se conforme de la siguiente manera: cinco consejeros del gobierno federal, incluyendo el secretario del ramo en materia de Energía quien lo presidirá y tendrá voto de calidad, y cinco consejeros independientes”, señala el documento.
Agilizarán toma de decisiones
El sindicato petrolero mantenía una importante influencia en cuanto al Plan de Negocios de Petróleos Mexicanos (Pemex) y la aprobación de proyectos por parte del Consejo de Administración, autoridad que le ha sido retirada con la modificación realizada en Reforma Energética aprobada en el Senado de la República.
Aun cuando se esperaba un cambio significativo sobre la influencia del gremio en el ámbito petrolero nacional, especialistas aseguraron que contar con al menos un espacio dentro de los órganos de control de la compañía, es imprescindible para mantener la perspectiva y seguridad de los trabajadores en activo.
Insistieron en que grandes empresas como Petrobras de Brasil, Statoil de Noruega y Ecopetrol de Colombia, entre otras, cuentan dentro de sus consejos corporativos con al menos un representante del sector laboral, sea o no sindicalizado.
Influencia sindical
Fluvio Ruiz Alarcón, consejero independiente de Pemex, explicó que entre los puntos de mayor influencia por parte de los representantes sindicales, se encuentran las negociaciones por revisión del contrato colectivo de trabajo.
Destacó que las demandas del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM), hechas a través de cinco miembros que participan en el Consejo de Administración, retrasaron la aprobación del proyecto con la empresa Mexichem que contempla una coinversión por más de 528 millones de dólares para crear una nueva empresa que modernice el complejo petroquímico de Pajaritos, ubicado en Coatzacoalcos, Veracruz.
Se dijo que los cinco consejeros negaron su aprobación, ya que no se daba una certeza puntal sobre los empleados que serían utilizados para trabajar en el mencionado complejo, lo que incluso puso en riesgo el capital mencionado por parte de la empresa privada.
El visto bueno del sindicato también tuvo influencia en cuanto a los contratos integrales.
Ruiz Alarcón mencionó que en ambos casos la participación del gremio fue útil en lo referente a garantizar los derechos laborales y los recursos humanos con los que cuenta Pemex.
Aunque el consejero reconoció que era necesario un cambio en cuanto al gobierno corporativo de Pemex, el excluir por completo al gremio sindical, disminuirá la pluralidad de opiniones y se dejará de lado el punto de vista de los trabajadores en temas estratégicos.
Los cambios
Cabe mencionar que hasta ahora, el Consejo de Administración de Pemex estaba conformado por 15 integrantes: seis representantes del Estado; cuatro consejeros profesionales y cinco representantes del Sindicato.
Sin embargo, los cambios de Ley aprobados en una primera instancia por el Senado, eliminan los lugares con los que hasta ahora contaba el gremio sindical, así como un representante del gobierno, incorporando un consejero independiente más.
“La ley deberá establecer, entre otras disposiciones, que su Consejo de Administración se conforme de la siguiente manera: cinco consejeros del gobierno federal, incluyendo el secretario del ramo en materia de Energía quien lo presidirá y tendrá voto de calidad, y cinco consejeros independientes”, señala el documento.
Ante lo cual, Fluvio Ruiz dijo que es necesario que en el análisis y aprobación siguientes se busque sólo su disminución significativa, pero no su salida.
“En los órganos de gobierno de una empresa, y más si ésta es pública, siempre es importante tener la voz de los trabajadores. Se tendría que haber buscado otro mecanismo para incluirlos, pero no excluirlos. Me llama la atención que en el caso del SUTERM, nadie haya cuestionado su permanencia en la junta de gobierno de la CFE como si éste fuera un sindicato ejemplar y democrático”.
El principio del fin
Sobre el tema, Alfonso Bouzas, integrante del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, dijo que la exclusión del gremio del Consejo de Administración de Pemex, representa un “golpe mortal” para el gremio y su líder Carlos Romero Deschamps.
El especialista consideró que dicha dirección sindical “ya va de salida”, por lo que sus líderes comenzarán a tomar distancia, hasta ser relevados pronto por alguien más.
El también experto en estudios de contratos colectivos de trabajo, reconoció que los mencionados cambios también podrían generar poca transparencia en la administración de la empresa, sobre todo con la entrada de capitales y empresas privadas.
Incertidumbre
Por otro lado, Silvia Ramos Luna, secretaria de relaciones y difusión de la Unión Nacional de Técnicos y Profesionistas Petroleros (UNTyPP), dijo que ante la aprobación de la reforma energética por parte del Senado de la Repúbica, hay un entorno de incertidumbre a los trabajadores activos de la paraestatal no afiliados al STPRM.
Aseguró que han comenzado a generarse una serie de temores sobre la posibilidad de un despido masivo, con el argumento de hacer más eficiente a Pemex.
Piden mayor alcance
El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) considera que la reforma que está siendo aprobada por los senadores es “buena” tan sólo para los próximos cinco años, toda vez que se requiere de una mayor certeza que deberá ser resuelta en las leyes secundarias.
De acuerdo con información del organismo, los cambios deberán garantizar beneficios para las próximas tres generaciones.
Monserrat Ramiro, directora de energía del IMCO, dijo que dentro de estos cambios, también es necesario especificar los alcances y modalidad de los contratos, a fin de generar certidumbre entre los inversionistas.
Polémica
Una de las modalidades que resultan más ambiguas son las denominadas como licencias, ante lo cual la directiva asegura que no es claro de qué se trata ni las implicaciones que traerán consigo.
“El nombre de la figura y sus características sí son importantes tanto para generar certidumbre a los inversionistas, como para evaluar sus bondades. Al IMCO le preocupa que por hacer concesiones en términos de lenguaje jurídico se pierda claridad y certeza jurídica”.
Uno de los principales debates en el Senado de la República para la aprobación de la Reforma Energética fue la inclusión o no de la figura de las concesiones.
Aunque al final no se incluyó, legisladores de izquierda acusaron que las figuras aprobadas en realidad permitían total apertura a la iniciativa privada, por lo que debe definirse.
