Marco Gonsen

Memoria Flash

Marco Gonsen

30 Dic, 2013

Piratas

“Una mentira repetida el número suficiente de veces puede llegar a ser verdad”, es una sentencia que, palabras más, palabras menos, se le suele atribuir al jefe de la propaganda nazi, Joseph Goebbels, sin que esté muy claro dónde o en qué contexto la habría dicho. No importa. Cambie la época, la supuesta intención original y la palabra “repetida” por “retuiteada” y se logrará una fórmula similar.

Son los riesgos del “periodismo” digital. Medios respetables, entre ellos la revista Rolling Stone, se hicieron eco de una nota publicada el 20 de diciembre por la página CITEworld en la que se aseguraba que la veterana banda de heavy metal Iron Maiden planeó una gira en la que dio preferencia a los países donde más se descarga su música de manera ilegal, destacadamente en Brasil. Se trataría de una habilidosa estrategia para conseguir ganancias de las pérdidas y “convertir a los piratas en clientes”, como tituló aquel sitio la nota.

Para tal fin, los roqueros londinenses habrían recurrido a la firma MusicMetric, una startup fundada en Inglaterra en 2008 dedicada a recopilar toda la información que se genera en la red sobre artistas o grupos musicales, tanto en tendencias en redes sociales como en el intercambio de archivos mediante el protocolo BitTorrent, para que sea utilizada por sellos discográficos, mánagers o mercadólogos, según afirmaron sus fundadores en una entrevista disponible en la edición británica de Wired.

Esta versión corrió a toda velocidad por internet, pese a que CITEworld —fundada por Matt Rosoff, ex integrante de Business Insider— es una publicación especializada dirigida a profesionales en tecnología de la información, ejecutivos, proveedores e inversionistas. Su cuenta de Twitter no rebasa los dos mil 700 seguidores, por lo cual la “aclaración” a la nota no tuvo el mismo eco que la historia original, escrita por el periodista freelance Andy Patrizio.

En una corrección de su primer post (con disculpa incluida), CITEworld admite que no tiene forma de probar que Iron Maiden trabó directamente con MusicMetric ni que hubiera utilizado su base de datos para planear su tour por Sudamérica. Rolling Stone también recurrió a un vocero de MusicMetric, quien aclaró que la historia “tristemente no está sustentada”.

La gran prensa que cubre música y tecnología se hizo eco de la historia apócrifa, pero pocos fueron los que procuraron darle viralidad a la versión de lo que ocurrió en realidad. Los ciber-
nautas comunes y corrientes suelen compartir las historias que se publican en la red leyendo simplemente el encabezado o el tuit, a veces sin siquiera abrir la liga o el archivo adjunto. Uno esperaría de los lectores profesionales y especializados otra conducta.

Al menos, Gregory Ferenstein, integrante de la redacción del sitio especializado TechCrunch, reconoció que fue parte de la maquinaria que convirtió una historia de mentira en una verdad de internet, al haber retuiteado el texto de CITEworld antes de haber tenido la oportunidad de leerlo completamente. La noticia le había emocionado al grado de permitirle comparar el falso caso de Iron Maiden con el del escritor inglés Neil Gaiman, quien es un decidido defensor de la piratería al percatarse de que los países donde más circulan copias ilegales de su obra —como Rusia— también son los lugares donde mejor se vende.

Quizá en los tiempos del periodismo cibernético aún siga vigente aquella antigua fórmula resumida en un diálogo del western The man who shot Liberty Valance (1962), del director John Ford, en el que uno de sus personajes, un periodista, suelta la frase más célebre de la película: “Esto es el Oeste, y cuando una leyenda llega a convertirse en una realidad... se imprime la leyenda”.

En el mismo mundo de la música pop, hay otro género de noticias que uno también quisiera que fueran verdad y que no se pueden comprobar o ratificar, aun contando con la fuente autorizada.

Es el caso del cantante juvenil Justin Bieber, quien en Nochebuena publicó en su cuenta autentificada de Twitter un extraño mensaje anunciando su retiro. Sin embargo, acto seguido, siguió enviando tuits haciendo propaganda al documental sobre su carrera, estrenado el viernes en Estados Unidos. Estos mensajes evitaron que millones de beliebers lloraran desconsoladas. Habrán pensado, con justicia, que su ídolo simplemente se había anticipado al Día de los Inocentes.

marco.gonsen@gimm.com.mx

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