Manuel Somoza

Inversión inteligente

Manuel Somoza

16 Ene, 2014

El optimismo debe ser moderado

La mayor parte de los analistas económico-financieros coinciden en que 2014 será, cuando menos en términos de crecimiento, un buen año para la economía mexicana. En 2013 se espera un incremento del Producto Interno Bruto (PIB) de 1.2%, que sería la peor cifra en los últimos cuatro años; sin embargo, y como mencioné antes, las expectativas para el presente son: que la economía se pueda desarrollar entre tres y 4%, lo cual de suceder así, será un avance significativo.

Las razones que explican la posible mejora están fundadas en primer lugar en que la economía de Estados Unidos podrá crecer este año 3% contra 1.7% del año pasado; la estimación de nuestros vecinos del norte se soporta en una recuperación importante tanto en la construcción como en la manufactura, esta última incentivada por los logros de Estados Unidos en la producción de energía barata.

Sólo para mencionar algo, la economía de Estados Unidos tiene acceso al gas más barato del planeta, lo cual abre enormes posibilidades de inversión en el sector industrial, amén de que como ya se sabe, ese país será autosuficiente en lo que se refiere a consumo de petróleo para 2015.

El otro factor que afectará  positivamente a México este año, es que el gasto del gobierno será enorme, debido a varias razones: En primer lugar, mejorar el dinamismo de la economía incrementará los ingresos para el gobierno, además, la Reforma Fiscal que entró en vigor el primero de enero también le dará al Estado entradas adicionales por más de 200 mil millones de pesos; y por si esto fuera poco, no debemos olvidar que se autorizó para el presente ejercicio tener un déficit presupuestal de 1.5% del PIB. En conjunto, estos tres elementos harán que en 2014 el gasto público sea el más grande en la historia de nuestro país.

Todo lo anterior resulta muy atractivo, pero no hay que olvidar que nos enfrentamos a serios problemas; por ejemplo el sistema financiero, a pesar de la reforma que se ha autorizado, no será capaz de aumentar el otorgamiento de crédito en forma significativa y esto es fundamental para que la bonanza de 2014 sea sostenible en los próximos años.

El porqué la banca en México no cumple plenamente con lo que de ella se espera, a pesar de estar muy bien capitalizada, estriba en un marco jurídico todavía inadecuado; pero lo más importante es, que la economía informal sigue creciendo y no permite a las instituciones el poder prestar en forma adecuada.

En la Reforma Fiscal, aprobada el año pasado, se dieron algunos incentivos para tratar de que la economía informal no siga creciendo y eventualmente disminuya; aunque la mayoría de los expertos coinciden en señalar que los alicientes que se darán son poco atractivos y no van a producir los efectos deseados.

Otro foco amarillo en el futuro próximo es que es muy difícil pronosticar qué le va a pasar a las tasas de interés de largo plazo en Estados Unidos, y que lógicamente tienen una influencia determinante en el ambiente financiero internacional, con mayor repercusión en el caso de México.

Crédito escaso y caro sería una muy mala noticia para el entorno económico de nuestra nación.

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@SomozaMusi

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