El mercado mexicano “colgado” de la línea, una vez más

En la Consejería del miércoles pasado escribí en los últimos párrafos que no me gustaba lo que el mercado mexicano me transmitía, a través de la observación diaria de su comportamiento. Me atreví a decir que podía ir a los 39 mil 750 del IPC y que si no se detenía en ese nivel podía ir a buscar el de los 39  mil puntos, que es importante, pues ha detenido caídas en sus cercanías a mediados de julio, a finales de agosto y a mediados de noviembre, todo esto en 2013.

También dije que esperaba estar equivocado. Cabía la posibilidad de verle rebotar en 40,000 puntos (o alrededor de ese nivel) cosa que pareció ocurrir pues el jueves 6 de febrero se detuvo al llegar a los 39,733 (muy cerca de 39,750 que había mencionado) y de ahí avanzó hasta los 40,525 del viernes pasado. Sin embargo ayer lunes bajó nuevamente para cerrar en los 40,116, por abajo nuevamente de la línea de tendencia alcista.

Así que los 39,000 puntos vuelven a hacer presencia como un nivel objetivo del IPC. No falta tanto y puede ser una buena oportunidad para aprovechar un soporte bastante visible. Independientemente de lo anterior, si el IPC llegara a los 39,000 puntos se habrá alejado lo suficiente de la línea de tendencia alcista cuyo trazado inicié en junio de 2013, en el nivel de 37,000 puntos.

En la Consejería que usted, amigo lector, pudo leer ayer, escribí que algo muy bueno tendría que pasar para que el mercado mexicano alcanzara 44,000 puntos que aventuré podía darse durante el primer trimestre, pues existe una buena cantidad de oferta acumulada, principalmente a partir de la zona de 42,000 puntos. La posibilidad de los 39,000 puntos —como objetivo— ciertamente presenta una oportunidad de compra, pero de corto plazo, pues estar en esa zona supondría haber abandonado la tendencia alcista que mencioné en el párrafo anterior.

Y entonces habría que navegar contra la corriente; más aún. Una vez más, espero equivocarme. Por lo pronto, suponiendo que el IPC regresa a la región de los 39,750 —para lo que no falta nada— existe la posibilidad de ver un alza rápida que lo llevaría a los 41,250 puntos, quizá un poco más, dado que la baja que vimos en las semanas pasadas fue violenta y rápida, lo que hace pensar que no hay mucho volumen acumulado, digamos que entre los 41,600 y los 40,000 puntos.

Sé que buena parte de lo relacionado en los párrafos anteriores aún no ocurre, pero lo escribo tratando de describir con detalle lo que pienso puede ocurrir (disculpas por tanto número, pero no tengo opción) con la idea que si usted está en estos temas del mercado, tenga un punto de vista para contrastar con el suyo.

Además, como usted sabe, para mí no tiene sentido ni me hace gracia solamente describir lo que ya pasó o bien, “ampararme” en eso que se dice es el “largo plazo”, en el que creo —pero como suma de los cortos plazos— y que de ninguna manera admito como excusa o forma de evadir la responsabilidad.

Por eso describo lo que creo puede pasar, entre otras cosas para que no me agarre desprevenido el evento posible. Es de alguna manera, una forma de armar escenarios sobre los cuales pararme, admitiendo que puedo no estar en el lugar que me corresponde, pero siempre teniendo la oportunidad de cambiar de puesto o de bajarme del tablado, si de plano la cosa se pone fuera de mis capacidades.

Las descripciones a partir del análisis técnico pretenden dar orientaciones lo más objetivas posibles, pues se apoyan en los niveles de los precios que de hecho existen o en el comportamiento de los indicadores complementarios y la interpretación que uno hace de ello y que también ofrecen evidencias claras.

Desde luego, como usted sabe, uno es quien tiene que decidir qué hacer. No hay magia ni truco. No hay técnica perfecta, toda vez que son herramientas que usamos los humanos. Diría que afortunadamente. Por eso siempre termino estas Consejerías, deseándole suerte. Una vez más. Suerte.