Pedro Alonso

Consejería

Pedro Alonso

17 Feb, 2014

El clima, la economía y los mercados

Una semana atrás, cuando se reportaron los datos de empleo de la economía estadunidense, mencioné que a pesar de  no haber resultado como se esperaban —en el  lado negativo del asunto—, podían ser considerados como buenos y que haberse quedado cortos (en diciembre 2013 y en enero 2014)  en relación con la expectativa los ponía más en el terreno de lo accidental, que en el de una falla en la actividad económica, producto de una mala decisión o de las dudas que pudieran albergar los participantes sobre el futuro previsible.

La llamada “falla accidental” en mi opinión y en la de muchos, podía deberse en buena medida a los factores climáticos,pues como sabemos han azotado a importante porción del territorio de Estados Unidos, durante febrero, al menos en lo transcurrido hasta ahora, ha continuado en tal condición.

La caída en el ritmo de creación de empleos fue un primer dato para considerar al clima como un factor negativo para la actividad económica, pero el viernes pasado se publicaron los datos de producción industrial del vecino país y añadieron otro elemento a esta parte del escenario,  hablan de la severidad del impacto climático.

La producción industrial cayó en enero  0.3% y el sector manufacturero lo hizo  0.8%. Al mismo tiempo, el dato del último trimestre de 2013 fue revisado a la baja llevando el crecimiento industrial estadunidense de 6.2% a 4.6%, en ese periodo.

El conjunto de los datos más allá de sus causas, si levantan algunas preocupaciones entre los que seguimos estos temas y en particular, a los que estamos en el lado sur del río Bravo, pues como suelo decir la economía tiene una buena parte de elementos físicos con los que tiene que lidiar y situaciones como la que se vive en estos tiempos de calentamiento global y cambio climático lo hacen evidente.

Muchas cadenas de actividad se han interrumpido, provocando paros industriales, caídas en ventas, desabastos, etc. Lamentablemente, se han visto afectados sectores como el automotriz, pues  ha tenido que parar la producción de vehículos en varias ocasiones en las últimas semanas, cosa que no es una buena noticia para la economía mexicana, cuya exportación se dirige de manera importante hacia el sector manufacturero estadunidense y en particular a la industria automotriz.

Quizá otro efecto a considerar derivado del tema del clima —aunque pienso que es una preocupación menos importante—  resulta difícil evaluar el impacto que pueda tener la menor participación de los estímulos monetarios que la Fed suministra a la economía, en el desempeño de ésta, cuando se ve afectada negativamente por elementos que en el estricto sentido operan fuera del ámbito de la política económica, en general.

El problema con lo anterior es  quizá inducir a los mercados a especular sobre si la Fed cambiaría el curso de sus acciones dado el aparente debilitamiento de la actividad económica, incluyendo nuevamente un factor de incertidumbre en la operación financiera, lo que a todas luces es indeseable.

Si la economía se está viendo afectada por el mal clima y esto es una causa importante de ello, entonces la Fed no tendría por qué cambiar su postura dada la temporalidad del evento —así se espera que sea— y por lo tanto la economía tendría que mostrar una recuperación en los próximos meses.

Quizá es por ello que el mercado accionario en Estados Unidos ha reaccionado positivamente en los últimos días. El S&P 500 subió casi seis por ciento en dos semanas y se acerca nuevamente a la zona de mil 850 puntos, en donde está su máximo histórico que es una resistencia importante, como sabemos.

Nuestro mercado si bien también ha subido en el mismo periodo, no lo hizo con el mismo dinamismo. El alza del IPC fue de casi tres por ciento, con algo más de tumbos en la trayectoria. Hace algunas consejerías escribí que eventualmente el indicador de la Bolsa en México podía llegar a 39 mil puntos y se detuvo antes, en 39 mil 700, de donde arrancó el alza mencionada. Pronto enfrentará 41 mil 300 puntos que son la resistencia visible próxima. Me encantaría que los rebasara y fuera en busca de 42 mil 500, marca que le detuvo durante diciembre pasado y que cuando la rebasó me hizo pensar que 44 mil eran posibles de alcanzar pronto, cosa que como hemos visto, no es tan sencillo. Entonces no se pudo; veremos si ahora hay mejor oportunidad de hacerlo. Suerte.

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