Los compradores guardaron sus dudas en un cajón

Cuando ayer jueves leí antes que abriesen los mercados en América —de hecho desde tarde en la noche del miércoles— los encabezados de la prensa internacional, no pude más que preguntarme que era lo que había pasado por alto, pues tuve oportunidad de ver completa la conferencia de prensa de Janet Yellen, presidenta de la Fed, así como de leer los documentos que se publicaron a raíz de la junta de política monetaria de ese banco central, de martes y miércoles.

La idea general que encontré es que la presidenta Yellen había dicho que la tasa de interés podía empezar a subir antes de lo previsto (en la primera mitad de 2015, en vez de que esto pudiese ocurrir en la segunda mitad de ese año) y que resultaba muy vaga la postura respecto del nivel de la tasa de desempleo que la institución había establecido como elemento importante para sus decisiones futuras de política monetaria.

Como sabemos, el nivel 6.5% en el desempleo fue mencionado como un “umbral” fue comentado desde algo menos de un año atrás como “ese dato” que sugeriría que la economía estadunidense ya tenía un nivel de fortaleza como para que la Fed empezase a reconsiderar su postura, ampliamente relajada, como hemos atestiguado.

Además de las “cabezas” de la prensa y de medios electrónicos y del comportamiento de los mercados de Japón y Londres, los futuros de  los índices del mercado en Estados Unidos también apuntaban hacia abajo, cosa que me parecía un tanto inconsistente con el final de su operación del miércoles, cuando después de una baja más o menos violenta que duró una hora, la penúltima, en los sesenta minutos finales, el mercado subió.

A lo largo de la operación de ayer jueves, sin embargo, los mercados parecieron guardar sus dudas en un cajón y los compradores salieron de sus escondites. Al final, el S&P 500 terminó subiendo 0.6%, quedándose alrededor de medio punto porcentual abajo del máximo histórico, que parece decidido a “atacar”.

El comportamiento descrito me hizo de entrada, revisar lo dicho el miércoles y la verdad no encontré evidencia de un cambio de postura importante de la Fed, lo que me provocó la idea de quizá estar enfrente de una exageración de los mercado que tal vez no están obteniendo lo que quieren de la Fed: una postura más “suave” (dovish, como dicen en inglés), que creo no van a conseguir.

Dado lo anterior creo que veremos de rato en rato este tipo de situación, a la menor provocación, hasta que se encuentre un nivel de valuación que responda a lo que ocurre y en lo que todos estemos de acuerdo, dentro de un rango razonable. Aquella idea que mencioné respecto de “más economía y menos Fed”, quizá tarde algo más de lo deseado —por mí— en llegar. Porque lo que es un hecho es que técnicamente el mercados estadunidense sigue operando en una zona cercana a las líneas de retorno, lo que implica que tiene poco espacio para un avance importante.

De tal modo la posibilidad de la baja que mencioné hace algunos días hacia el nivel de 1,820 del S&P 500 no la pierdo de vista, en la idea de encontrar algo de espacio y una valuación más adecuada, considerando un posible menor ritmo de crecimiento de las utilidades corporativas. Digamos que me sentiría más a gusto con ello.

El mercado mexicano se comporta como lo esperado. Aprovechando el alza en Estados Unidos y la caída de 12% en el año —hasta el lunes pasado— ha subido con fuerza hasta el nivel de 39, 616 del IPC. En la Consejería que usted pudo leer el miércoles escribí que podía aventurarse al nivel de los 40,000 puntos, cosa que está haciendo, pero más rápido de lo que supuse.

Esperaría que alrededor del nivel mencionado se detenga el alza, corrija hacia los 39,000 y… veremos. La idea de un alza continua es encantadora, pero no me fío de la esperanza ya que no tenemos datos que avalen tal desempeño y quizá se tope con una baja del S&P 500.

Mientras tanto, el alza de los últimos días ha sido muy interesante, sobre todo después de tanta baja. Espero que usted haya podido aprovecharla, en la medida de lo posible. Suerte.