Seguimos a la “órbita” emergente

Ayer terminé escribiendo que me ocuparía del comportamiento del IPC, que al superar ligeramente el nivel de los 40 mil puntos, empezó a regresar. En días recientes escribí que buscaría los 39 mil puntos y ayer dije que me conformaba con 39,400.

Cuando menciono niveles de los mercados, créame por favor, amigo lector, que lo hago en apego a normas técnicas que trato de interpretar lo mejor que puedo, admitiendo que en esta tarea hay una buena parte de subjetividad, como en muchas actividades humanas.

No es algo que simplemente se me ocurra en el momento que lo escribo. Asimismo trato de rescatar mis afirmaciones para compararlas con lo que ocurre y compartirlas con usted con dos objetivos: tratar de entender cómo procesé mi decisión y evaluar sus resultados, para incorporar a mi tarea cotidiana alguna nueva información.

En la Consejería que usted pudo leer el viernes 7 de marzo pasado, escribí en el último párrafo que había que vigilar a los mercados emergentes; sugerí que seguir al ETF de estos mercados (el EEM) podía ser un vehículo adecuado para ello. Lo hice porque tenía la impresión que después de “la maraquiza” que recibimos a principios de año, se podía generar un alza que ayudase al IPC a tener un tramo de alza interesante, por primera vez en el año.

Entonces el EEM cotizaba en su nivel de 40 (dólares) y de ahí bajó a 38 para tener, desde el pasado 13 de marzo, un alza que lo ha llevado nuevamente a los 40. El comportamiento del IPC mexicano tuvo un comportamiento muy parecido en ese mismo tramo. El alza que hemos visto arrancó el 14 de marzo en 37,751 y le ha llevado hasta los 40,357 para empezar a corregir este movimiento. Ayer cerró en 39,761.

Lo anterior lo describo porque como sabemos estamos en la órbita emergente, de tal suerte que los movimientos de otros mercados semejantes ayudan a entender lo que pasa en el nuestro y el EMM (el EMM es un “Exchange Traded Fund” (ETF), que replica a un índice de mercados emergentes, opera en varios mercados; en la Bolsa Mexicana, entre otros, creo que es un mecanismo bastante eficiente para tal propósito. No hay una correspondencia exacta entre tal ETF y los mercados emergentes que incluye, tomados de uno en uno, pero da buena idea de lo que ocurre en ellos.

Así que una vez más, no escapamos de lo que ocurre en el resto del mundo, ni podemos escapar del “barrio” en donde estamos ubicados, aunque nos resistamos a admitirlo. En la medida que tomemos más en serio tal circunstancia, mejor podemos aprovechar nuestras condiciones y armar estrategias de inversión más eficientes.

Así las cosas, es claro que las últimas dos semanas lo que ha ocurrido en los mercados emergentes se ha visto muy influido por el conflicto que conocemos, entre Rusia y Ucrania, que salvo su mejor opinión, creo que aún tiene mucho por “ofrecer”. De tal modo que ésta será una variable que no puede dejar de observarse en los próximos días.

Si bien se superó —al menos por ahora— la contingencia de un evento bélico, por lo que se lee y escucha en los medios globales de comunicación la condición del conflicto ha empezado a tensarse entre Rusia y todos los demás; me refiero por ejemplo a los países del llamado Grupo de los Siete, que eventualmente había sido el de los Ocho, Rusia incluida, pero que ahora ha sido excluida de tal elite.

Y de ahí, todo lo que pueda surgir en los siguientes días, desde luego no sólo en la región emergente del planeta. Porque al final cada día nos muestra la realidad global en la que coexistimos los humanos y especies que nos acompañan. Pero como en el balance, lo bélico resulta más angustiante que lo político y económico, entonces me atrevo a especular que los mercados emergentes no se verán demasiado atacados.

En todo caso la preocupación se vuelve hacia los mercados desarrollados que son los que entran a la escena de manera más directa, más allá del desenlace del conflicto, cosa que conoceremos en poco tiempo. De alguna manera, creo que se entrará en una zona de “normalización”. Ojalá así sea, más allá de los mercados. Suerte.