Pedro Alonso

Consejería

Pedro Alonso

11 Abr, 2014

Empieza la temporada de reportes corporativos

Los mercados en Estados Unidos y en México han respondido a las expectativas de corto plazo que describí en Consejerías recientes, lamentablemente no han seguido subiendo, condición que siempre es agradable. Y aunque se visualice una baja y hasta se escriba de ello, como es mi caso, no deja de sembrar un sentimiento de frustración.

Sé que las bajas son aprovechables a través de las mecánicas de operación adecuadas. Me refiero a que se puede ganar dinero y no sólo dejar de perderlo, pero como sea, prefiero las alzas. Es cuestión de maneras de ser. Pero también porque, al final del día, los mercados sí reflejan el sentir general del público con respecto a la economía y las situaciones que rodean a la sociedad.

Por eso mi descripción de hace unos días de por qué me es fácil y difícil a la vez decidir mi grado de participación en los mercados de “aquí y allá”, aunque en ambos esté ocurriendo, insisto que en el corto plazo, lo que esperaba. Desde mi punto de vista, en Estados Unidos los mercados técnicamente tenían —y tienen— más condiciones para bajar que para subir, además de anticiparse una temporada de reportes más bien pobre en este primer trimestre. La expectativa es que las utilidades corporativas en promedio, hayan crecido entre cero y uno por ciento.

Ayer cuando hablé con alguien en quien confío —tan confío que ejecuta por mí, en ese mercado— me dijo que la mejor posibilidad para una racha alcista es que los reportes del primer trimestre resulten mejor de lo que esperan los analistas que en el último tramo han castigado sus estimaciones ante la evidencia de los estragos que la economía sufrió por el tema del mal clima invernal que se tuvo.

En cualquier caso, mi idea, como usted sabe, amigo lector, es que en el caso gringo, una baja es parte de la tendencia alcista. Hace algunas semanas (el 3 de marzo pasado) escribí que el nivel de 1,820 del S&P 500 podía alcanzarse y después dije que los 1,810 puntos estaban a la vista, cosa que ahora que está en 1,883 y habiendo alcanzado una semana atrás los 1,897, sigue a la vista y más presente que antes.

Si llega a la zona mencionada, será un punto crítico, para decidir qué hacer, pues ahí encontrará la trayectoria alcista que arrancó en noviembre de 2012, que en realidad fue una fase de aceleración de la tendencia primaria iniciada en marzo de 2009. Mire usted, si las cosas continúan como van, la región alrededor de los 1,800 puntos del S&P 500, podría ser una buena opción de compra.

Por su parte, el IPC mexicano se detuvo —como lo esperado— en la zona de los 41,200 puntos y empezó a desplazarse lateralmente y que hace evidente la presencia de oferta acumulada en el pasado reciente en ese nivel. Ayer cerró en 40,447 y tiene espacio para bajar un poco más, digamos hasta los 40,100 puntos sin que vuelva a meterse en una trayectoria bajista que retrasaría cualquier intento de ir a los 42,500 que mencioné hace pocos días como un objetivo creíble de corto plazo.

El lado bueno del comportamiento actual del IPC es que, con una pendiente menor, el alza que ha tenido desde el 14 de febrero pasado se vuelve menos vulnerable. Si los 42,500 son alcanzados a finales de mayo, me parecería un buen intento de iniciar una trayectoria más ambiciosa. Antes, tendrá que batirse —y resolver positivamente— la zona de los 41,200, que sigue ahí y que habiendo detenido una vez más el intento de alza, le da más validez.

Por el momento y pensando en los reportes trimestrales tanto en Estados Unidos como en México, me prepararía para tener un tramo de operación de corto plazo, con límites más o menos bien definidos y que por momentos nos hará pensar que esto del mercado más bien suena como para bajar más. Pero no mucho más, en todo caso, como he compartido en este espacio.

Si se piensa que no hay cómo esperar un alza decente en lo que falta del año —que no es mi caso—, pues es un buen momento para salirse y dormir tranquilo. Los gringos dicen: Sale in May and go away, lo que siempre es una opción. Suerte.

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