Luis Enrique Mercado

Perspectivas

Luis Enrique Mercado

14 Abr, 2014

No hay peor ciego que el que no quiere ver

Apenas hace algunos días, el secretario de Hacienda Luis Videgaray, dijo que la economía mexicana iba mucho mejor, que la recuperación ya se veía, porque en marzo el Índice de Confianza del Consumidor aumentó 4.72 por ciento.

Lo que no dijo Videgaray es que ese mismo indicador en ese mismo mes estaba 6.9% debajo de marzo de 2013; tampoco que el Índice de Confianza Empresarial del sector Manufacturero caía 4.5% y
es mismo índice, pero del comercio, caía 5.1 por ciento.

Y desde luego, Videgaray no quiere ver que en
febrero la producción industrial del país apenas crecía 0.7% anual; que la inversión fija bruta estaba 2.4% abajo en
cifras anuales.

Es decir, lo que se ve por todos lados es que la atonía que afectó a la economía mexicana desde 2013 se mantiene.

El problema es que Hacienda está viendo otro panorama. En su informe sobre la economía mexicana en el cuarto trimestre del año pasado. Hacienda dijo textualmente: “En México, los factores transitorios que obstaculizaron el crecimiento en la primera mitad de 2013 se han disipado en su mayoría.

Eso no es verdad.

Todos los indicadores que surgen, en el mejor de los casos hablan de aumentos pequeños, menores a 1%, lo cual indica que en esencia el crecimiento anda cuando mucho alrededor de 1%, es decir, igual que el año pasado.

¿Qué hicieron las autoridades para que esto sucediera?

Primero, en 2013, como no sabían dónde estaban los pedales, pisaron el freno del gasto público; secaron a la economía y esa astringencia se mantiene.

Y ya entrados en gastos, metieron  una Reforma Fiscal que ha significado un freno mayor al que habían  estimado.

Videgaray pensó que el golpe de la Reforma se absorbería en un mes o un mes y medio y que con la primavera la economía mexicana reverdecería en forma espectacular.

Lo cierto es que entramos a Semana Santa y los signos son que la recuperación no se ve por ningún lado.

Ya hasta los dirigentes el Consejo Coordinador Empresarial, que se habían doblado atraídos por el famoso Pacto Fiscal, están diciendo ahora que es necesario hacer ajustes en la Reforma Fiscal. Los empresarios ya les dijeron que las ventas no están funcionando y que en buena medida se debe a las disposiciones tributarias.

El problema, hay que decirlo, está en el equipo hacendario. Es muy malo, empezando por el propio secretario Videgaray a quien bien se le puede aplicar aquello de que “Dios hizo la soberbia para confundir a los inteligentes”.

Los subsecretarios, con excepción de Miguel Messmacher, vienen del Estado de México y lo más que habían hecho es hacer trámites para bajar recursos públicos para su entidad.

Así que estamos en verdaderos problemas: la economía mexicana no funciona y los encargados de que haya reactivación no están capacitados para ello.

Lo más que han hecho es decir que la economía mexicana está pasmada debido a que la economía mundial no funciona, aunque se les olvida que en Estados Unidos hay un crecimiento de alrededor de 2.5% desde mediados del año pasado.

¿Qué hacer para que las cosas mejoren?

Primero, reconocer el problema; aceptar que la economía está en atonía.

Luego, empezar por diferir la aplicación de algunas medidas de la Reforma Fiscal.

Y enseguida, hacer una evaluación clara de cómo evoluciona el gasto público y convenir con los principales empresarios del país un programa de inversiones que saque a la economía del marasmo.

Ya se les fueron cinco meses y no han hecho nada. A estas alturas, como están las cosas, a lo más que se puede aspirar es a un crecimiento alrededor de dos por ciento, siempre y cuando la economía se reactive un poco a partir del segundo trimestre, del que quedan  dos meses, mayo y junio.

El peligro es que repitamos un crecimiento tan raquítico como el del año pasado.

Hasta el próximo lunes con nuevas…
Perspectivas.

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