Pedro Alonso

Consejería

Pedro Alonso

9 May, 2014

El BCE considera en serio a los estímulos monetarios

PARÍS.— En su reunión de política monetaria, el Banco Central Europeo (BCE) decidió dejar en el nivel de 0.25% su tasa de interés de referencia por sexto mes consecutivo, sin tomar por el momento una acción adicional, de las llamadas “no convencionales”.

Sin embargo, dado que la inflación en esta parte del mundo sigue bajando y amenazando con estropear la incipiente recuperación de la zona, el BCE hizo ver que es cercana —tan cercana como el próximo mes, en la siguiente reunión— que se tomen acciones en el sentido de aplicar alguna suerte de estímulos. La siguiente pregunta es cuál será la forma de tales medidas.

No cabe duda que las acciones del BCE sean más complicadas en su instrumentación que las que tomaron los bancos centrales de Estados Unidos, Inglaterra y Japón, en su momento ya que como sabemos, las diferencias —de todo tipo— son amplias y variadas, entre los países que integran a la Unión Europea, empezando por el peso específico en lo económico y en lo político, por lo que dado que lo que decide el BCE afecta a todos por igual, los procesos de negociación y decisión deben ser tortuosos.

Y como siempre la mecánica que puede adoptarse puede ser una mezcla de medidas que vayan desde bajar más aún la tasa de interés de referencia (que es, la que reciben los bancos comerciales por los depósitos que hacen en el banco central) incluso por debajo de cero, de tal manera que se impondría un costo y no un rendimiento a los bancos buscando que el crédito se anime, hasta la compra de bonos en el mercado al estilo de la Fed.

Cuánto, de qué tipo, cómo y a quién el BCE compraría bonos, es algo que está por verse y seguramente aspectos como éste son algo que tomará mucho tiempo y trabajo negociar, sin olvidar las reacciones de los mercados y las críticas en uno y otro sentido que la institución central europea recibirá cuando tome alguna decisión.

Es muy probable que junto con la amenaza deflacionaria, la caída de la competitividad de las exportaciones de la zona y la presión que los gobiernos de los países más afectados estén registrando por parte de sus respectivas sociedades por no poder hacer mucho de manera individual, termine por hacer que el BCE avance en la instrumentación efectiva de medidas de estímulo monetario, no obstante, el señor Draghi, presidente del BCE, declaró que esperará por nuevas estimaciones de inflación por parte de su staff. Quizá, ante las evidencias de todo tipo, llegó el momento de pasar de las intervenciones verbales, a las de carácter práctico y real. Veremos.

El IPC mexicano llegó rápido a la línea primaria de baja que describí hace un par de días, cuando escribí que estaba alrededor de los 41,950 puntos y que podía operar como un primer obstáculo. También dije que era probable que se presentara una baja pronto, ya que habría gente que estaría dispuesta a realiza –hacer reales- sus rendimientos generados en el alza de pocos días que presenciamos de finales de abril hasta el miércoles pasado.

Ayer el IPC al principio de la operación subió incluso superando los 42  mil  puntos, a partir de los cuales bajó durante el resto de la jornada para cerrar 41,659 puntos, o sea -0.34%. Supongo que consolidará el alza y quizá por pocos días. Quizá, en términos de distancia en el cortísimo plazo, por ahí del rumbo de los 41,250 puntos, donde coinciden varios elementos técnicos.

Por lo pronto, el comportamiento técnico ha sido bastante ordenado y ha respetado los parámetros que permiten hacer las interpretaciones que son necesarias para tomar decisiones, sabiendo que se toma un riesgo natural, como en cualquier actividad que involucre al futuro como lugar de destino. La baja que ayer inició, como escribí anteayer, puede ser una oportunidad nueva para participar. Pienso que no es momento para salir corriendo, pero cada quien rema su propia canoa. Suerte.

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