Ya conocemos el nuevo pronóstico del PIB, 2.7%; ¿qué sigue ahora? Otras proyecciones

El viernes 23, hace cuatro días, el INEGI dio a conocer las cifras del crecimiento del PIB correspondientes al primer trimestre del año; la gran expectación que había respecto al nuevo ajuste a la baja del pronóstico original que obligadamente haría la Secretaría de Hacienda el viernes mismo, fue rebasada con creces.

El 3.0% que era esperado por casi todos, fue dejado atrás; hoy, el 2.7% dado a conocer en lugar del ya olvidado 3.9% –no obstante la probabilidad según algunos, que efectivamente pudiere ser alcanzado–, empieza a generar cierta incredulidad en otros.

Mi posición frente a una u otra posición, es que deberíamos esperar a conocer las cifras del segundo trimestre pues con ellas en mano y ya considerados los efectos que la Semana Mayor habría tenido en los dos años, el pronóstico para el año completo podría estar más cercano a lo que observaremos.

Sin embargo, como manifesté reiteradamente en los espacios donde participo en Grupo Imagen —Reporte 98 y Excélsior TV además de Excélsior—, pienso que debemos concentrarnos, más allá de las cifras mismas del PIB, en los efectos que aquella reducción va a tener en otras variables.

Antes de darle mi posición al respecto, le pido consulte en la página del Fondo Monetario Internacional este documento: Reginal Economic Outlook: Western Hemisphere, el cual puede encontrar en esta dirección electrónica:

http://www.imf.org/external/pubs/ft/reo/2014/whd/eng/pdf/wreo0414.pdf.

De su interés será, sin duda, el capítulo 2: “Outlook and Policy Challenges for Latin America and the Caribbean”; en él, específicamente en la página 34, encontrará los pronósticos de variación del PIB proyectados por el equipo de investigación del Fondo para 2014 y 2015. Si lo hace, encontrará que de acuerdo con el análisis del Fondo, de los 19 países que integran América del Sur y América Central, 14 de ellos van a crecer este año por encima del 2.7%. De entre estos últimos 14 destacan Colombia, Panamá y Perú con crecimientos de 4.5, 7.2 y 5.5% respectivamente. 

Vayamos ahora a los efectos de aquella reducción del pronóstico del PIB —casi de la tercera parte—, pues hemos ido de 3.9% original al 2.7 actual.

Toda reducción del crecimiento de una economía para un periodo determinado afecta, a querer y no, las proyecciones hechas al principio del mismo para ciertas variables económicas. Creación de empleos formales, consumo privado y monto de impuestos captados por el erario entre otras, son las primeras variables que sufrirán los efectos de la reducción del PIB.

Esto que digo, para todo aquél que tenga los conocimientos más elementales de economía, es una verdad digna de Pedro Grullo; ¿luego entonces, quién en su sano juicio y con conocimientos amplios y profundos en materia económica, se atrevería a negar esa perogrullada? Solamente los que tuvieren un interés personal y especial en el asunto; de ahí en fuera, todos estarían de acuerdo.

Lo que procede ahora, es recalcular las proyecciones para conocer cuántos empleos formales dejará de crear la economía este 2014, cuánto podría caer el consumo privado y lo que dejaría de percibir el erario por la reducción de 3.9 a 2.7%.

¿Le parece sensato esto? ¿Qué esperan entonces para recalcular?