Si EU se desaceleró, ¿por qué el sector automotriz va al alza?

La AMIA subraya que en enero-abril ya se ha superado la producción de un millón de unidades, al alcanzar 1.023 millones de vehículos, un aumento de 5.8% en términos anuales. De hecho, la industria ha ido ganando más peso en el sector manufacturero y en las exportaciones
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En la inauguración de la planta Mazda en Salamanca. Foto: Especial
En la inauguración de la planta Mazda en Salamanca. Foto: Especial

Por José Miguel Moreno*

 

Le deberíamos preguntar al gran campeón mexicano, a Checo Pérez, cómo puede ser que el sector automotriz mexicano vaya como un bólido, a velocidad de turbo, con todos los cilindros prendidos y a su máxima potencia, con el cronómetro marcando “poles” en sus cifras de producción y exportación de vehículos, si la economía de Estados Unidos, motor de esa industria mexicana, se agripó durante el primer trimestre del año.

Pareciera una contradicción: durante este invierno, la economía estadunidense tuvo que entrar a “boxes”. El motor se apagó, dejó de carburar, congelado por uno de los inviernos más glaciales de los que se tiene registro, con temperaturas mínimas récord en varias regiones y ciudades.

El frío extremo y las nevadas en buena parte de ese país propiciaron el cierre de oficinas, escuelas, carreteras y la cancelación de miles de vuelos, lo que mermó el ritmo de actividad económica. Y claro, con la pista del crecimiento estadunidense mojada, la actividad económica mexicana derrapó, se enfangó en el barro, y creció menos de lo previsto.

¿Toda ella? No, con una pericia envidiable, el sector automotriz, con un providencial viraje eludió la colisión, y permaneció en pista, volando en solitario sobre el asfalto.

¿Tan habilidosa es la industria automotriz mexicana? ¿Tan competitiva es que sabe pilotar con gran éxito por encima del trompo que dio la economía estadunidense? ¿O será que el monoplaza de nuestros vecinos de la nación del norte rodó más rápido de lo que nos dicen? Hay algo de las dos cosas.

Mercado vinculado

Que el sector marcha bien es evidente. Es de sobra conocido que Estados Unidos es el principal cliente de México, y que su ciclo económico determina en buena medida lo que sucede al sur del río Bravo.

En el caso de los vehículos, en torno a 70 por ciento del total exportado por México se dirige al mercado estadunidense.

Según datos de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), entre enero y abril de este año, período que neutraliza el efecto de Semana Santa y muestra una tendencia más fidedigna del sector, México exportó en torno a 809 mil vehículos.

De ese total, 571 mil unidades fluyeron al mercado de Estados Unidos, un incremento de 15.5% respecto al mismo período de 2013, cuando se exportaron cerca de 494 mil unidades. ¡Y eso que según nos cuentan, la economía de Estados Unidos se estancó!

Sector potencial

Pero además hay más indicadores asombrosos. Los informes de la AMIA subrayan que durante los cuatro primeros meses del año ya se ha superado la producción del millón de unidades, al alcanzar 1.023 millones de vehículos, un aumento de 5.8 por ciento respecto al mismo período del año pasado, lo que supone un récord histórico para un cuatrimestre.

Desde la AMIA se espera que durante este 2014 se ensamblen un nuevo máximo de 3.5 millones de vehículos, frente a  2.933 millones del 2013, es decir más de 500 mil unidades adicionales.

Esta tendencia no es nueva: en verdad México lleva una racha de cinco años de récords, justo los años en los que la economía de Estados Unidos ha atravesado la peor crisis desde la Gran Depresión y se queja de un crecimiento insuficiente, por debajo de su potencial.  En ese contexto, esa imparable aceleración le ha permitido ir rebasando a rivales y escalando posiciones.

Tanto que el año pasado, el valor de las exportaciones de autos producidos en México ya rebasó al de Japón, cuando apenas en 2008 casi duplicaba a México. Y todo parece indicar que pronto superará a Canadá, quizás este mismo año o el que viene, y se pondrá en solitario delante de todos sus competidores.

Mayor presencia

Conforme se acentuaba al auge del sector automotriz, cada vez esa industria ha ido ganando más peso tanto en relación con el sector manufacturero, como por su participación en las exportaciones mexicanas totales.

Actualmente, el sector automotriz representa más de nueve por ciento del sector manufacturero comparado con 6.3 por ciento en 2008.

Por otro lado, el principal rubro de la exportaciones manufactureras es el componente de transporte, con 28.3 por ciento en 2013, comparado con 22.7 por ciento en 2006.

La explicación a esa mayor competitividad de la industria automotriz, a ese dinamismo, hay que encontrarla, de nuevo, en las ganancias de productividad del sector y los menores costos laborales unitarios.

Desde 2006, la estructura del valor agregado de la industria automotriz se ha ido modificando en favor del excedente bruto de operación y en contra de la remuneración de asalariados.

En 2006, las remuneraciones representaron 30 por ciento comparado con 69.7 por ciento del excedente bruto de operación. En 2011, la participación de la remuneración de asalariados se redujo a 22.3 por ciento, ampliándose el excedente bruto de operación a 77.4 por ciento.

Fluyen inversiones

Los bajos costos están propiciando que nuevas plantas de los grandes fabricantes mundiales se instalen en México, sobre todo escuderías japonesas: una nueva de Nissan llegó en noviembre del año pasado, y en marzo abrieron nuevas plantas Honda y Mazda. Durante este mismo mes, BMW y Hyundai anunciaron que planean nuevas inversiones en México.

Junto a ese factor estructural, la rápida depreciación del peso,  desde mayo, también ha contribuido a abaratar la exportación de autos mexicanos a EU.

Luego de tocar un nivel de 12 pesos por dólar en mayo del año pasado, el peso se debilitó y desde el verano de 2013 hasta el mes de abril ha cotizado, en general, en un rango entre los 13.0 y 13.5 pesos por dólar. Sólo a partir de este mes de mayo, el peso ha vuelto a deslizarse por debajo de 13 pesos por dólar. 

Pero además, la economía de Estados Unidos maniobró mejor de lo que nos dicen.

Para argumentar que la economía más grande del planeta se estancó se arguye que apenas creció 0.1 por ciento en el primer trimestre.

Pero cuidado, esa cifra se refiere a una tasa anualizada en su comparación estacional, respecto al trimestre previo.

Lo que esa tasa quiere decir es que el PIB de Estados Unidos sólo creció 0.03 por ciento en el primer trimestre respecto al cuarto trimestre del año pasado, y que si siguiera expandiéndose a ese ritmo, apenas aumentaría 0.1 por ciento durante el período de un año.

Con esa tasa sería muy difícil explicar el dinamismo del sector automotriz, incluso de la economía mexicana.

Diferencias

Es un error comparar la tasa del PIB de 0.1 por ciento de Estados Unidos con la tasa de 1.8 por ciento de la economía mexicana: la primera es una proyección sobre lo que crecería la economía durante el período de un año dada la evolución que tuvo en un período de corto plazo; la segunda mide cuánto más está creciendo la economía respecto al mismo período del año previo y, por tanto, tiene un carácter más tendencial.

Bajo esta medición, la economía de Estados Unidos no creció 0.1 por ciento, sino 2.3 por ciento, por encima del crecimiento observado en México. Y bajo ese criterio es como se debe hacer la lectura del PIB de México y del comportamiento de su manufactura.

Entonces se observa que la actividad industrial en Estados Unidos, en términos anuales, en verdad, se aceleró de 3.5 por ciento en el cuarto trimestre del año pasado a 3.8 por ciento en el primer trimestre de 2014.

Y que la manufactura se expandió a una tasa de 2.8 por ciento. Eso hace sentido, y tiene más coherencia a la hora de compararlos con las cifras de México: retirando el efecto calendario y, por tanto, la distorsión de la Semana Santa, observamos que la manufactura en México creció 2.5 por ciento.

En esa medición, el sector automotriz robusteció su tasa de expansión de 7.2 por ciento en el cuarto trimestre, a 8.9 por ciento en el primero de este año.

Por tanto, el sector automotriz mexicano luce esplendoroso. México es un excelente lugar para producir a un bajo costo, con una buena infraestructura, y pegado a un mercado, el de Estados Unidos, que rueda más rápido  de lo que parece.

Después de cinco campañas espectaculares, México se anda abriendo paso a lo Ayrton Senna.

* Director de llamadinero.com.

 

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